252,538 muertos desde 2006

Felipa Nery

Durante cinco días estuvo en México la  Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, vino para firmar con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el compromiso de la Organización de las Naciones Unidas, para brindar asesoría al gobierno mexicano en relación a la actuación que debe tener la Guardia Nacional que entrará en funciones, en el respeto a los derechos humanos que durante los dos últimos sexenios han sido tan vulnerados, al dejar más de 252 mil 538 muertos, 40 mil personas desaparecidas, un cuarto de ellas mujeres y 26 mil cuerpos sin identificar y más de 850 fosas clandestinas localizadas. Al hacer un recuento de estas cifras, la señora Bachelet, dijo que estas cifras son de un país en guerra, por lo que expresó, que son datos aterradores. Michelle Bachelet, quien fue Secretaría de la Defensa de su país, Chile, donde además fue Presidenta en dos ocasiones, sabe de las atrocidades que se cometen con la actuación del ejército en las calles, que sumadas con las bandas del crimen organizado, del narcotráfico, secuestro y otros, han convertido a México en un país en crisis de respeto a los derechos humanos, pero sobre todo, de crisis del estado de derecho, porque hay lugares donde el Estado no puede entrar, porque son controlados por la delincuencia. En la declaración emitida al finalizar su visita a México, en la que se entrevistó no sólo con autoridades, sino con representantes de organizaciones de la sociedad civil, defensores de derechos humanos, así como con víctimas de desaparición forzada, familiares de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, entre otros, la representante de la ONU hizo un especial reconocimiento al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por lo que consideró que México vive un momento crucial, de transformación y de oportunidades con la llegada al poder del nuevo gobierno”que ha expresado su voluntad de implementar un cambio de paradigma: uno que asume la centralidad de los derechos humanos”, no sólo reconoció esa determinación, sino que ofreció todo su apoyo, porque reconoció “la apertura del Estado, para estrechar los lazos de asistencia y cooperación con los organismos internacionales y avanzar en la construcción de una sociedad justa y respetuosa de los derechos humanos”. Por supuesto que también aplaudimos esta disposición del nuevo gobierno que ha ofrecido una cuarta transformación del país, por lo que esperamos en primer lugar, que aterricen esos compromisos y lo más pronto posible empiece a operar la Guardia Nacional  y en segundo, que el gobierno del Presidente López Obrador no se desvíe de los compromisos que ha hecho de proteger los derechos humanos, para lo que ha buscado el apoyo de la ONU. Recordemos, que el gobierno anterior, el de Enrique Peña Nieto, luego de darse la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, llamó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que nombrara una comisión especial que viniera a investigar lo ocurrido; vinieron y cuando dieron un informe de sus investigaciones, que era adverso al que había construido la PGR, casi los echaron del país. Claro, hay diferencias abismales entre un Presidente y otro, y los compromisos con el pueblo, pero no está demás poner el dedo en el renglón.