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“95 años y sigo de pie”

“95 años y sigo de pie”

CARDENAS, TAB.- A sus 95 años de edad, José Valeriano Maldonado, el último gran muralista de México, quien fue amigo Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y también del asesino del dirigente soviético León Trostki, el español Jaime Ramón Mercader del Rió afirma desde este rincón de México “El muralismo sigue avanzando y yo sigo trabajando, tengo planes aun”.

En una modesta vivienda, ubicada en la calle Juan Escutia, número 11, de la colonia “Nuevo Progreso”, de esta ciudad, se encuentra uno de los hombres más grandes de la cultura plástica en México al lado de su inseparable esposa Ninive Jiménez Méndez, hermana del destacado periodista tabasqueño Bartolo Jiménez Méndez.

Con una memoria sorprendentemente  lucida, el maestro del muralismo mexicano José Valeriano Maldonado, quien estuvo muy mal de salud semanas atrás al contraer la enfermedad de la Influenza, desempolva sus grandes recuerdos en la cultura y política. Detalla anécdotas de sus encuentros en la casa de Frida Kahlo, donde se encontraban los grandes del muralismo mexicano como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

Recuerda que en la casa de Frida Kahlo, conoció al dirigente soviético León Trostki, amigo personal de Diego Rivera, quien le dio refugio para evitar ser asesinado por orden del Presidente Ruso Joseph Stalin, pero además otro dato importante que registra es que ante los fallidos intentos de asesinato del soviético, el asesino Jaime Ramón Mercader del Río, para poder ingresar a la vivienda, enamoro e hizo su novia a la secretaria de Trostki, lo que le permitió ganarse la confianza y así matar con un piolet a su víctima.

Recuerda el maestro José Valeriano, que como fundador del grupo de artistas plásticos “Cuña”, en la ciudad de México, del cual formaron parte Jorge Corona, Alfredo Cuellar, Alejandro Iñigo, Sixto Santillan, Lidia Huerta, Manuel Landa y él, como parte de sus actividades de promoción a la cultura, impartían clases en la cárcel de  Lecumberri, siendo en ese lugar donde estableció una gran amistad con el asesino de León Trostki, Jaime Ramón Mercader del Río, quien incluso redacto un libro sobre su proceso judicial en México y le regalo 2 ejemplares, uno dedicado a él y otro no. Sobre el libro que le dedico el asesino del líder soviético, dijo que en una ocasión se lo presto al periodista Isidoro Pedrero Totosaus, pero no se lo devolvió, por lo que ahora se encuentra interesado en buscar a la familia y saber sí logran encontrarlo entre los libros.