BUENOS AIRES.- Escondidos tras unas gafas de marco negro y lentes completamente redondos, los ojos del artista colombiano Fernando Botero son los encargados de recibir a los visitantes que desde hoy podrán ver una muestra de sus dibujos en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.
Una sala pintada de color naranja especialmente para este montaje funciona como escenario de “Botero, dibujos en tela y en papel”, un grupo de cincuenta obras de la colección personal del artista colombiano, realizadas entre 1973 y 2011, que conforman la primera exposición realizada únicamente solo con sus dibujos.
Sin embargo, el cuadro más llamativo es Pedrito, de 1981, donde Botero, mediante acuarela sobre papel, dibuja a su hijo Pedro, quien falleció a los cuatro años, en 1974, en un accidente automovilístico, y desde ese entonces el artista dedicó gran parte de su tiempo a retratar a su hijo mediante diversas técnicas.
Siendo mundialmente reconocido, Botero nunca se ha apartado de sus raíces” , destacó Teresa de Anchorena.