FELIPA NERY
“Nadie se nos montará encima, si no doblamos la espalda.” (Martín Luther King)
Don Domingo García Varas, es el presidente municipal de Jalpa de Méndez, que alcanzó el triunfo en julio del 2012, arropado con la bandera del Partido de la Revolución Democrática, a quien hoy el cabildo de su municipio le está exigiendo que presente licencia al cargo, por las declaraciones que hizo en torno a los apoyos que recibió durante su campaña de parte de Rosa Mélida, quien fungía como directora de atención al público en el gobierno anterior. Dijo que le realizaba trámites de licencias de militantes, sin tener que realizar ningún pago y que esto lo hacía la ex funcionaria no sólo con él, sino también con otros perredistas y citó al diputado de Comalcalco Alipio Ovando, mismo que posteriormente negó haber recibido estos favores de Rosa Mélida quien ahora se encuentra en el Centro de Readaptación Social enfrentando un proceso penal por el uso abusivo de sus funciones y daños al erario público por mil 374 millones de pesos. El alcalde Domingo García fue citado el pasado lunes por la Procuraduría General de Justicia del Estado para declarar en torno a las investigaciones sobre este fraude al erario público, y a raíz de estar involucrado en este asunto, sus compañeros regidores han empezado a moverle el tapete exigiéndole que deje el cargo para el que fue electo por un período de tres años; los regidores lo han aplazado para que a más tardar este fin de semana abandone la silla que ahora ocupa. Lo cierto es que moralmente, el alcalde está obligado a separarse del cargo, porque con sus declaraciones lo único que hizo fue echarse la soga al cuello, al vociferar a los cuatro vientos, que también los perredistas habían contribuido junto con funcionarios de la administración anterior, a ser parte de la corrupción que llevó a la entidad a los niveles de pobreza y desigualdad en el que se encuentra Tabasco. Lo que procedería legalmente para despojarlo de la presidencia municipal, sería que después de que el Ministerio Público integrara su averiguación y demostrara con elementos suficientes, que efectivamente el alcalde Domingo García contribuyó a defraudar al erario público, entonces se procedería a iniciarle juicio de procedencia para dejarlo sin la inmunidad procesal de la que ahora goza. Ahora que si sus mismos compañeros de partido y miembros del Cabildo son los que le están moviendo el tapete para obligarlo a dejar la alcaldía, entonces don Domingo tiene que entender que se trata de un fuego amigo que le ha enviado la cúpula del poder, tanto de su partido, como de las más altas esferas gubernamentales, que no quieren que siga gobernando, porque él solito se ha delatado al pretender defender a su amiga Rosa Mélida, quien seguramente le ayudó a alcanzar el triunfo otorgándole muchas licencias de forma gratuita, al grado de darle un cargo de asesora en la administración municipal. Habrá que ver, si los perredistas han entendido que moral y derecho van de la misma mano, pero sobre todo, que la ley se debe aplicar de forma pareja, sin distinción de amistad, ni de ninguna índole, es decir, que cuando sean los amigos los que estén metidos en líos con la ley, no se busque darle la vuelta, para tratar de justificarlos. O es la ley, o es el capricho de los hombres, dice Norberto Bobbio.
De todo un poco
Y otro niño al pizarrón. Ahora es el representante jurídico del gobierno del Estado, Juan José Peralta Fócil, quien dice que él solicitó descuentos para el trámite de licencia, pero que éstos le fueron negados por Rosa Mélida. Claro, el descuento era no sólo para los legisladores del PRI, sino para los legisladores “amigos”, pero de que intentó Juan José Peralta tener beneficios, lo intentó, él lo dijo, ¿Será que también será llamado por la Procuraduría?.