LUIS GARCÍA
El narcotráfico, es un fenómeno que no se acaba, se puede controlar, se puede pactar con este tipo de personas, pero de ninguna manera, eliminarlos de manera total, es como un virus que trasmuta por tiempos, pero que difícilmente desaparece. Pero el problema es que este situación social, no es un virus, sino una industria que reditúa millones de dólares a los grandes grupos delincuenciales, por lo que no se puede pedir a un gobierno que termine el problema de la noche a la mañana, más aún cuando no se tiene todavía el control total de lo que está sucediendo en la entidad. Las nuevas autoridades estatales en materia de seguridad aún no toman el toro por los cuernos en el asunto y se coordinan acertadamente con las huestes federales y militares que tienen ya la experiencia por todo lo que han vivido. Especialmente el nuevo regimiento que llegó el año pasado a la entidad y que viene procedente, coincidentemente de Michoacán, del mismo rumbo de donde son originarios los “Caballeros Templarios”, que por cierto el gobierno estatal dejó en claro que no se tiene visos de su presencia. Ante ello todos tendrán que dar marcha atrás y pensar que todo lo sucedido sigue siendo parte de una estrategia de quienes no desean abandonar la plaza. Una plaza que pese a todo lo que digan aún no está contaminada al 100 por ciento por el problema de la delincuencia organizada. El incremento de los actos delincuenciales es parte de las estrategias que los propios jefes de los grupos organizados han establecido para decirle al gobierno del Estado que se encuentran presentes. Recordemos que en días pasados se presentaron hechos de amenaza a las instituciones exigiendo se actúe en contra de los que según ellos, están manchados o señalados por ser parte de la corrupción o de la misma delincuencia organizada. Para nadie es ajeno que Cunduacán es un municipio que presenta serios problemas de control de paso de la delincuencia y que por lo tanto, las autoridades municipales, saben en donde se encuentran operando los responsables de los dos secuestros últimos, los del presidente del Colegio de Notarios, Heberto Taracena Ruiz y del nieto del ex edil, Armando Gordillo de Dios, de nombre, Leilo. El trabajo que corresponde a las autoridades estatales en coordinación con los federales y militares se está haciendo, es cuestión de esperar los resultados. Lo principal es no desesperarse, ni ciudadanos, ni autoridades…
DE REMATE.-José Antonio Aguilar Bodegas es a partir de ayer el presidente interino del PRI estatal en tanto el Comité Ejecutivo Nacional, CEN priista decide emitir la convocatoria para la elección del nuevo dirigente. El análisis inmediato indica que a Camacho Quiroz, poco le importa lo que suceda en Tabasco, pues entre más largo se haga el tiempo, más deserciones habrán, o al menos eso piensa. Lo que no saben es que entre más retrasen el proceso más se encienden los ánimos de quienes aspiran y por lo tanto controlar el fuego será más difícil. Ojalá y los fuereños tengan el termómetro de lo que está sucediendo en la entidad, porque de lo contrario, apagarlo, será desgastante. Dice un refrán tabasqueño y creo que debe de aplicarse, “matando, salando y echando al sol”, en pocas palabras, hay que darle rapidez al asunto y que se elija al próximo dirigente y toda su estructura…Por hoy es todo, nos leemos el próximo viernes…
