Llevan 20 partidos en Primera División en dos torneos y apenas tres victorias. Esa es la realidad de Dorados, que se aferran a la ilusión de la salvación pero reconociendo su realidad.
El equipo de Sinaloa espera que la visita del América este fin de semana sea un punto de inflexión, pues con o sin el entrenador Luis Fernando Suárez solo les importa mantener la categoría, aun cuando esta campaña acumulan tres derrotas y ni siquiera han marcado gol.
“Es un inicio con tintes dramáticos, la verdad, porque la ausencia de gol descontrola el equilibrio del equipo”, aceptó el Presidente del club, José Antonio Núñez.
“Sin embargo, seguimos intactos con la ilusión, aferrados a mantener la categoría y lo primero que vamos a ser es no ser cobardes, a agrandarnos”.
Los Dorados pueden hacer muchas matemáticas. Para no depender de nadie deberán hacer 32 puntos de 42 posibles. En el improbable caso de que Morelia, el rival más cercano, ya no sume, les alcanzará con 18.
Pero lo más real es la tendencia y ella determina que los de Sinaloa requieren 21 unidades porque por el paso que llevan Morelia y Veracruz terminarían con 11, Chivas con 17 y Puebla con 22.
Independiente a ello, Núñez reconoció que los resultados son determinantes y aunque aseguró no tener hoy un “Plan B” para el banquillo, sabe que podría darse un cambio.
“Hemos confiado en que pronto vamos a salir de esto sea con el profesor o con quien pueda llegar. En el futbol no hay nada escrito nunca”, agregó.
Cuando no ha sido el poste es el portero o un mal zapatazo que les impide marcar, según dice Núñez, confiado en que han merecido mejores resultados.