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Formación vs mercado laboral

Formación vs mercado laboral

POR: Sinhué Casanova Magaña

La semana pasada fue interesante en cuanto a la presentación de algunas mediciones que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). El primero dio a conocer la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016 y el segundo la Medición de la pobreza en México y en las Entidades Federativas 2016.

Independiente de los resultados que obtienen las respectivas entidades federativas, y evidentemente Tabasco, mismas que hay que estudiar a detalle, realizar los respectivos análisis para cada caso, asunto que trataremos de comentar en otro momento, resulta relevante que estas publicaciones midan Ingreso, Gasto y Pobreza, por lo tanto, también nos da una ruta para inferir sobre la desigualdad.

El asunto que planteamos, ante estas herramientas útiles: ¿Qué hemos hecho?, ¿qué estamos haciendo? Y ¿qué pretendemos realizar? Tanto en el ámbito público y el de sociedad civil para disminuir estas brechas sociales, los que ganan más, con los que ganan menos y los que se encuentran en situación de pobreza. Todo esto de alguna manera se encuentra correlacionado y es importante trazar una ruta mediante el consenso entre sociedad y gobierno para reducir la brecha de la desigualdad y la pobreza en México. Sin duda, un reto mayor que no puede seguir esperando.

Por ejemplo, mucho se dice y con bases sólidas, que la educación es el mejor remedio para casi todos los males, incluidas la desigualdad y la pobreza. Pero no basta con asignar mayores recursos, más profesores, entre otros elementos, eso considero es una ‘solución’ simplista. Resultan bastante útiles mediciones como las que comentamos en el primer párrafo sobre el Sector Educativo. Hay una que me parece interesante, una herramienta que publica el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) que se denomina ‘Compara Carreras 2017’ la cual se encuentra publicada en su plataforma digital: http://imco.org.mx/comparacarreras/#!/.

En dicha herramienta, se cotejan 68 carreras universitarias. Contiene información sobre ¿cuántos estudiantes son?, ¿cuál es el salario?, ¿dónde trabajan y qué tan rentable es la inversión? De igual forma, se menciona el caso de la educación técnica, conteniendo datos para 30 carreras de Técnico Superior Universitario (TSU). Entre otros.

Nos indica que en México hay actualmente 4.1 millones de estudiantes universitarios y nos muestra que a mayor educación hay mayores ingresos; por ejemplo, una persona con licenciatura gana un 80% más que una persona que solo terminó el bachillerato; inclusive, quien termina una carrera técnica también gana un poco más.

Este mismo estudio indica que a mayor educación existe menor informalidad. Estudiar una licenciatura, en promedio, reduce en 51% el riesgo de estar empleado en el sector informal respecto al bachillerato. Este riesgo disminuye aún más con los que terminan un posgrado.
Otros datos importantes es que el Sueldo Promedio Nacional es de $6,185 mientras que el Sueldo Promedio de los Profesionistas es $11,961. Y para el caso de la informalidad, el Promedio Nacional es de 57% y para el promedio de profesionistas en este sector, el informal, es de 21%. Ahí mismo se detallan cuáles carreras universitarias tienen el porcentaje mayor y menor de esta tasa de informalidad.

El estudio o herramienta que publica el IMCO, resulta bastante útil puesto que contiene información de relevancia sobre la educación superior en México. Se puede encontrar en línea. http://imco.org.mx/comparacarreras/#!/las-10-mas.

Este análisis nos puede ayudar a incidir en los ingresos y gastos de las familias, de los futuros profesionistas. Es una herramienta útil para que saber cómo se encuentra cotizada en el mercado laboral la formación que pretenden emprender y, de igual forma, el gobierno debe generar una política pública seria para ir formando jóvenes acordes a la necesidad laboral del país y sus estados. Mientras más jóvenes que terminan su educación se puedan incorporar al mercado laboral, es posible que contribuyan a la disminución de las desigualdades sociales.