Felipa Nery
En la persecución que el gobierno federal inició en contra del candidato de la alianza PAN-PRD-MC, por supuestos actos de corrupción y enriquecimiento ilícito, parece que los resultados que esperan no les van a resultar, porque muchos de los simpatizantes de Ricardo Anaya, preferirían no votar, antes que hacerlo por el Revolucionario Institucional. Mucha gente veía como un buen prospecto para ser el próximo Presidente de la República al candidato panista, precisamente por encabezar el combate a la corrupción en contra del gobierno federal, pero al evidenciarse los negocios que habría realizado aprovechándose de su posición como dirigente del Partido Acción Nacional, que le habrían redituado jugosas ganancias económicas, –se habla de más de 50 millones de pesos obtenidos por tráfico de influencias-, quienes ahora resulten decepcionados de Anaya, por quien menos votarían, sería por el Partido Revolucionario Institucional, y no porque su candidato José Antonio Meade tenga señalamientos de actos parecidos a los de Anaya, pero tampoco se le conocen de acciones que haya emprendido para combatir la corrupción desde las posiciones que ocupó como funcionario de la administración de Enrique Peña, que está tan señalada, no sólo de impunidad, de no combatir la inseguridad, sino además, del alarmante incremento de la corrupción en la esfera gubernamental. Hasta ahora que anda en campaña, en que Meade se ha pronunciado por el combate a la corrupción, pero durante las encomiendas que tuvo por las secretarías que ha pasado, no se le conoció ninguna acción para combatirla. Por tanto, muy probablemente un porcentaje de decepcionados de Ricardo Anaya opten por votar por Andrés Manuel López Obrador, que sería otro contrincante serio ante el Revolucionario Institucional, pero sufragar por el PRI, eso sí que parece descabellado, porque se trata de personas que tienen nivel de raciocinio y saben que a lo largo de la historia, este partido no se ha caracterizado por ser democrático, ni respetuoso de los derechos humanos y mucho menos transparente, es decir, que lo que menos es, es un partido que fomente los principios democráticos. Ahora mismo, el gobierno federal ha quedado evidenciado de utilizar a la Procuraduría General de la República, para perseguir a Ricardo Anaya, con las revelaciones que hiciera el encargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, quien filtrara a los medios de comunicación el video en el que acude Ricardo Anaya a la PGR, y donde afirman que el candidato de la alianza PAN-PRD-MC, se negó a declarar, a pesar de que le pidieron que lo hiciera. Habrá que recordar, que hace unos meses este mismo encargado de la PGR despidió al fiscal de delitos electorales, Santiago Nieto Castillo, por acusarlo de ventilar ante medios de comunicación datos sobre las investigaciones al ex director general de PEMEX, Emilio Lozoya, por haber recibido millones de dólares de la compañía petrolera brasileña Odebrech, cuando fungió como coordinador de relaciones exteriores en la campaña del entonces candidato presidencial, Enrique Peña Nieto y ahora ha sido precisamente el mismo encargado de la PGR, quien filtra información a la prensa, para evidenciar a Anaya. El PRI demuestra que está dispuesto a todo, para tratar de retener la Presidencia.