José de la Cruz González
En este mes de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) iniciarán con la medición multidimensional de la pobreza en el territorio mexicano del año 2022.
En el último resultado de este estudio realizado hace dos años, las cifras expuestas dieron a conocer que la pobreza y la extrema pobreza en nuestro país sigue creciendo, revelando sin intención que los programas sociales del gobierno federal no han tenido el impacto deseado entre los grupos más vulnerables y necesitados.
Pese al discurso oficial que se da todas las mañanas, hoy en día hay más personas con mayores carencias y necesidades en México, a pesar de los núcleos poblacionales reciben hoy en día dinero a la mano a través de las diferentes acciones gubernamentales que “alivia” poco la situación económica que tienen que padecer.
En contraste sufren carencia de accesos los servicios de salud, educación y alimentación.
Ciertamente anualmente se destinan importantes presupuestos y recursos para combatir esta situación a través de programas y obras, como por ejemplo, se destinan en este ejercicio 238 mil millones de pesos para beneficiar a todos los adultos mayores de 65 años, es decir, 10.2 millones de personas que ahora reciben 3,850 pesos bimestrales, sin embargo el último trabajo realizado por CONEVAL e INEGI reflejó que entre 2018 y 2020 el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó de 41.9% a 43.9%, mientras que el número de personas en esta situación pasó de 51.9 a 55.7 millones.
Hoy en día un número importante de mexicanos tienen accesos a los beneficios de los programas sociales, el porcentaje de la población en situación de pobreza extrema presentó un incremento del 7% a 8.5%, es decir de 8.7 a 10.8 millones de personas según el conteo institucional realizado en el 2020.
Pero estas frías cifras también son en consecuencia a la contingencia sanitaria vivida por el COVID-19 y la crisis económica que se ha padecido y ha permeado en términos de carencias sociales, el mayor cambio entre 2018 y 2020 es un aumento de 12.0 puntos porcentuales en la carencia por acceso a los servicios de salud pasando de 16.2% a 28.2% establece el documento oficial. Otras carencias que aumentaron en menor medida son el rezago educativo con un incremento de 0.25 puntos porcentuales y la carencia por acceso a alimentación nutritiva y de calidad 0.31 puntos porcentuales. Pero en Tabasco pasa algo diferente ya que las cifras arrojadas demuestran que hay una disminución en la población en situación de pobreza. El ejercicio gubernamental que se realiza cada dos años indica que para el 2018 el 56.4% de la población tabasqueña estaba en estas circunstancias si embargo para el 2020 registraba el 54.5%. Es decir que de 1 millón 333 mil tabasqueños se redujo a 1 millón 316 mil.
Caso contrario el núcleo poblacional en situación de pobreza extrema en donde se dio un aumento. La estadística arrojo que en 2018, el 12.1% de la población de Tabasco vivía con estas carencias viniendo un ligero repunte al 13.7 % el 2020.
Esto significa que de 285 mil tabasqueños subieron a 330 mil paisanos que padecen diariamente de pobreza extrema.
Después de esta breve radiografía de la situación social de México , hay que esperar en los próximos meses lo que se pueda obtener del estudio del 2022 que ambas dependencias realizarán dando a conocer finalmente la realidad que vive el país, y no en base a otros datos.
EL OTRO DATO
Quiero agradecer infinitamente a los directivos del Sistema Informativo de Tabasco (SIT) y del Diario Avance por la confianza y la oportunidad de poder plasmar en este espacio el análisis de los temas importantes del quehacer tabasqueño y de índole nacional con seriedad y responsabilidad. Buen inicio de semana.
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