Las Fuerzas Armadas de Rusia iniciaron el despliegue en el mar Báltico de barcos equipados con armamento nuclear, lo que supone un hito en tres décadas, según un informe de los servicios de Inteligencia de Noruega, que incluye también el envío de submarinos.
Se trataría de buques de la Flota Norte, que en la época de la Guerra Fría ya navegaban con armas atómicas para dar cuenta del potencial armamentístico de la desaparecida Unión Soviética. Noruega no tiene constancia de que la Rusia moderna haya recurrido nunca a este tipo de despliegues, según el estudio citado por Politico.
La Inteligencia del país nórdico reconoce que Moscú agita de manera “deliberada” el temor a un posible ataque nuclear, bajo el argumento de que estaría dispuesto a utilizarlo en caso de que se viese amenazado por agentes externos, en particular vinculados a la OTAN —bloque del que Noruega forma parte—.
Aunque Rusia también dispone de capacidades submarinas, armas antisatélite y capacidades cibernéticas que podrían amenazar a Noruega y a la alianza militar de la OTAN, las armas nucleares tácticas son “una amenaza especialmente grave en varios escenarios operativos en los que pueden participar países de la OTAN”.
La inteligencia noruega también señaló que no puede descartarse una escalada de una guerra localizada a un conflicto más amplio que implique a Estados Unidos, la OTAN y Noruega.
En un contexto por la pérdida de equipos y personal como consecuencia de la ofensiva militar lanzada sobre Ucrania hace casi un año, el despliegue nuclear ruso es un recordatorio de la posibilidad de que el presidente Vladimir Putin decida apretar el botón rojo si se siente acorralado.
El ruso Nikolái Ribakov, líder del único partido opositor legal en Rusia, el liberal Yábloko, aseguró a EFE “Putin se cree todo lo que dice”, incluido cuando habla de una posible guerra nuclear.
“No duden. Putin no va de farol. Ha ido adelantando cada uno de sus pasos, incluido el ultimátum anterior a la guerra. Por ahora, todo lo que dijo lo llevó a la realidad”, comentó.
Para el mandatario ruso, subrayó, “la derrota en la guerra significa la muerte de Rusia. Él lo ha advertido muchas veces. Las armas nucleares se emplearán en caso de que la existencia del país se vea amenazada. Y bajo su punto de vista, ese escenario (la derrota) sería esa misma amenaza”, argumentó.
Considera importante que haya cada vez más gente, incluido al interior de Rusia, que exija a su gobierno valorar “la amenaza real de que estalle una guerra nuclear”.