Al participar en la inauguración de la Exposición Ganadera Regional de la Feria Tabasco 2023, presidida por el gobernador Carlos Manuel Merino Campos y productores agropecuarios de esta entidad y del sureste, la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta expresó su gratitud y honra por haberla bautizado con el nombre de su padre, el Doctor Jesús Antonio Osuna Rodríguez, quien fue un apasionado de la actividad ganadera.
Tras el corte del listón inaugural y recorrido, en presencia de la presidenta del Sistema DIF Tabasco, Guadalupe Castro de Merino y del presidente del Comité de Feria, José Estrada Garrido, la edil de Centro dio las gracias al Comité Organizador de la Feria Ganadera, encabezada por Rubén García Osorio, allí presente, y a los ganaderos participantes por este sentido gesto.
“Aprecio muchísimo y nos da de verdad este sentimiento que no podemos dejar de tener mis hermanos Olga Elena, María Guadalupe y Antonio de Jesús, y en el mío propio, así como de nietas, nietos y bisnietos también”, subrayó la presidenta municipal.
Al resaltar el trabajo arduo de ganaderos y ganaderas por seguir teniendo una actividad primordial para la entidad, Yolanda Osuna expuso que la entrega de su padre al impulso de la ganadería en Tabasco, su dedicación permanente para que la producción de este sector fuera cada vez de mayor calidad, lo condujo a desarrollar estrategias de apoyo y mejoramiento genético de la raza Cebú-Gyr y que durante su vida fue una de las que más promovió.
Recordó que tuvo numerosas participaciones en exposiciones nacionales e internacionales y la promoción de puntos para innovar y adoptar nuevas prácticas científicos-tecnológicas, lo cual no lo hizo solo, sino con otros ganaderos que también tenían ese mismo espíritu y esa vocación por la ganadería en Tabasco durante la década de los setenta y ochenta.
Dijo que de ahí surgieron grandes y entrañables amistades de sus padres, como don Natividad Palacios González, don Marcial Hernández Falcón, Jesús Estrada, Ernesto de León, don Matías León, Ángel Pérez Castillo, Diego Rosique, todos ellos, también, gente de trabajo.
Yolanda Osuna destacó que esta combinación que hizo su padre, de la medicina y la ganadería, porque sin duda su vocación médica le ocupaba mucho tiempo, no dejaba también de atender su hato los fines de semana.
“Cuando creíamos que se iba a descansar después de una cirugía diaria que hacía, en aquel entonces se iba los fines de semana a trabajar al rancho, a ver su ganado, a estar muy pendiente también con gente que lo apoyó; y fue una característica que aprendimos de él, lo que es el valor de la amistad”, evocó.
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