Abortar, o no abortar

Por: Felipa Nery

El virus del zika ha puesto en aprieto a las mujeres que están interesadas en embarazarse, o a aquellas que están embarazadas, por los riesgos que corren de que los bebés pudieran nacer con microcefalia, un desarrollo insuficiente del cráneo, que a menudo se hace acompañar de atrofia cerebral, por lo que hasta la Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los países que tienen el problema del virus, permitir el aborto seguro a las mujeres. Esta enfermedad del zika es causada por un virus que es transmitido por el mosquito del género Aedes, los paciente suelen presentar fiebre no muy elevada, conjuntivitis, síntomas que suelen durar entre 3 y 7 días,  no existen vacunas, la forma de prevenirlo es evitar la picadura de los mosquitos; se sabe que este virus del zika se conoció por primera vez en Uganda, en 1947; el primer caso reportado en México fue el 18 de noviembre del  2015, se conoció de la llegada del virus zika, por un joven de 26 años originario del estado de Querétaro que viajó a Colombia y dio positivo en pruebas de laboratorio, a esta infección. A partir de entonces, se adelantó la probabilidad de que pudiera dispersarse en todo el país; hasta el 26 de enero, el secretario de Salud en Tabasco, Rafael Gerardo Arroyo Yabur, descartó que Tabasco haya registrado algún caso de zika; al tres de febrero, la semana pasada, la secretaria de Salud en México, Mercedes Juan López reportó 34 casos, 18 de ellos adquiridos en el país y tres en el extranjero;

el zika tiene síntomas parecidos a los del dengue y chikungunya, al presentarse con altas temperaturas, pero el zika ha representado mayor peligro para las embarazadas, por las consecuencias de que los niños nazcan con microcefalia. Las epidemias se han padecido por siempre, solo hay que recordar la muerte de la población nativa durante la conquista española, que además de los malos tratos que recibían de los conquistadores,  padecían de viruela, el sarampión, el hambre, la guerra, la opresión y los tributos en varias formas de esclavitud”… Fray Toribio de Motolinía, decía en una carta dirigida al rey y fechada en Tlaxcala el 2 de enero de 1555,  “cuando están enfermos de sarampión, viruela, catarros, flujo con sangre y fuertes fiebres, acostumbran bañarse en los ríos sin esperar a que la enfermedad haya mitigado y por eso mueren… no puede aumentar el número de indios, especialmente los chontales, porque la doctrina cristiana no les permite tener más de una mujer, mientras que antes podían tener diez o doce”. Por lo pronto, ha surgido una esperanza para combatir al zika, el embajador Yikya Amano, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, expuso que esa instancia realiza acciones que permitan esterilizar al mosquito transmisor del zika y dengue y destacó el nivel y la tecnología que tienen las instalaciones nucleares mexicanas, las cuales dijo, muestran el compromiso del país con el uso pacífico y seguro de este tipo de energías. Al igual que en la época de la colonia, aunque la mortandad de pacientes, no se da en la misma cantidad que en aquellas fechas, las personas más vulnerables siguen padeciendo por enfermedades como estas, que sin duda, van relacionadas con la pobreza.