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Adiós Josefina Echánove

Cuando sobrepasaba las siete décadas de vida, Josefina Echánove seguía siendo sensual.

El cineasta Alejandro Springall, con quien trabajó en “Santitos”, recuerda así a la actriz quien falleció ayer por causas naturales a los 93 años de edad.

“Josefina era de verdad una mujer maravillosa. Todavía a sus setenta y tantos años mantenía una sensualidad como pocas mujeres, se cuidaba mucho y hacía mucho ejercicio, mantenía un cuerpo espectacular, pues era bailarina”, cuenta.

“En Santitos, cuando presento su hotel, ella está bailando con un ranchero, ese ranchero soy yo, mi Cameo”, recuerda divertido el realizador.

Josefina Echánove ha sido una de las actrices más reconocidas en el medio, dejando una filmografía de casi 50 obras, desde películas como “Los hijos de Sánchez”, interpretando a la esposa de Anthony Quinn; pasando por “El cónsul honorario” con Richard Gere y Michael Cane y “Gringo viejo”, al lado de Jane Fonda y Gregory Peck.

 

En la producción nacional destacó en las cintas “Santitos”, “Todos hemos pecado”, “Historias violentas” y “La otra conquista”, mientras que para la pantalla chica participó en “Cuna de lobos”, “Rubí”, “Mañana es para siempre” y “Corazón salvaje”.

La recuerda como una buena correctora de textos y compañera de tequilas.

 

“Josefina creyó en mi en mi primer cortometraje Marta y mi primer película”, destaca.