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Alternativas económicas y gasto público responsable

Por: José Martínez

Reencauzar la economía de Tabasco hacia la agroindustria y el reordenamiento presupuestal de la entidad, son las políticas a seguir ante los recortes en las participaciones federales, derivadas del reajuste que se lleva a cabo en la industria petrolera. Un proceso que se aceleró por la caída del precio del crudo. Así es como el gobierno estatal plantea enfrentar esta situación en 2016 y el ajuste preventivo para el 2017. Es un tema en la agenda que deben anotar los empresarios y empleadores en la entidad.

A pesar de que el desempleo en la región afecta a Tabasco- en el caso de Reforma, Chiapas; Ciudad del Carmen, Campeche; y Veracruz- la administración que encabeza Arturo Núñez se muestra optimista, pues también le apuesta a la creación de la industria interna a través de la inversión en proyectos productivos para la explotación del campo tabasqueño.

Lo que el gobierno estatal busca es no depender enteramente de las coberturas petroleras ante los recortes en Pemex. No existen planes de despido a burócratas sino al reajuste presupuestal como se realizó en el caso del sistema de pensiones. Estas decisiones responsables se toman en el marco de los requerimientos de las nuevas áreas geográficas que el gobernador coordina en la Comisión para el Desarrollo Integral de la Región Sur-Sureste.

Con un ordenamiento y control en el gasto público, en el cual se requiere un pleno compromiso de la iniciativa privada tabasqueña, se pueden lograr las metas aunque sabemos que es un proceso a largo plazo. Para dirigir y concretar  estas acciones el gobernador cuenta con la Secretaría de Finanzas del Estado, cuyo titular es Amet Ramos -el hombre de mayor confianza de Arturo Núñez en manejo de los recursos-, encargado de promover una administración eficiente en tanto que a la Secretaría de Desarrollo Económico le corresponde impulsar la creación de nuevas oportunidades de inversión y de empleos en la entidad para tener mejores alternativas de desarrollo. Es la apuesta de la administración nuñista.

En Tabasco se buscan alternativas para crear una nueva cultura económica que nos aleje de la dependencia de la industria petrolera. En la entidad se tienen recursos naturales para que de una manera responsable y cuidando de su diversidad, se reviertan los rezagos y se combata la desigualdad social.

Habrá que anotar que hasta la época del gobernador Mario Trujillo, Tabasco basó su desarrollo y crecimiento económico en la producción agropecuaria, lo que permitía tener una sociedad sustentable, porque los gastos se hacían sobre la expectativa de los ingresos propios.

Es cierto que la industria petrolera permitió el impulso de una extraordinaria infraestructura pero lamentablemente dio paso a una dependencia malsana, cuyos costos comenzamos a pagar. Ha llegado el momento de cambiar el rumbo, para esto se necesita un gobierno responsable y empresarios solidarios. Claro que también políticos menos egoístas.

 

HABERES

Claro que no cayó bien en algunos segmentos de los concesionarios y transportistas públicos el anuncio del diputado Marcos Rosendo Medina Filigrana para reformar las leyes que permitan sancionar con mayor rigor la imprudencia e irresponsabilidad que deriva en accidentes automovilísticos. Pero es necesario. Explicó el perredista: “Creo que son varias cosas que tenemos que regular: falta una educación vial, no hay cursos de manejo, de relaciones humanas, de derechos humanos, de responsabilidad en la que pueden incurrir quienes no hacen bien su labor”.