José Martínez
No habrá balaceras, ni guerra en las calles, ni ejecuciones sumarias, en la lucha contra el crimen organizado, reiteró el presidente Andrés Manuel López Obrador en respuesta al desafío que significó el atentado contra un alto jefe policiaco de la Ciudad de México.
La clave de la estrategia del gobierno federal, según reiteró López Obrador el fin de semana, es quitarles las bases de apoyo a los delincuentes. Que no puedan enganchar a los jóvenes; que no se fomente el sicariato (el asesinato por contrato).
También señaló que su administración ha puesto énfasis en las tareas de inteligencia, más que en la respuesta armada.
En una política que se podría definir como “Quitarle el agua al pez”, según explicó AMLO en una larga entrevista con el documentalista Epigmenio Ibarra, el gobierno federal apunta a ofrecerle ingresos lícitos a los jóvenes, darles opciones, para que no sean reclutados por los criminales organizados y no caigan en la violencia.
Tras señalar que más que un error fue un crimen abandonar a los jóvenes a manos de la delincuencia, López Obrador dijo que ahora su gobierno está cerca de este sector: ya ha otorgado casi once millones de becas para estudiantes pobres en todos los niveles de escolaridad. Más que nunca en la historia, subrayó.
Conforme a lo expuesto por el mandatario, esta acción de atender a los jóvenes está dando resultado a tal grado que ya las bandas del narcotráfico y otras de ese tipo ya no tienen dónde reclutar. Ahora acuden a forzar a niños para sus operaciones ilícitas. Esta es el nuevo reto a atender, pero también desde las familias.
En esta lógica de volver la atención a la célula básica de la sociedad, a la familia, AMLO tiene razón. La labor se observa complicada pero no imposible. Sólo que para emprenderla el gobierno requerirá de todos; en especial de las escuelas y medios de comunicación, de las auténticas organizaciones civiles y de los liderazgos comunitarios.
Es, quizá como ninguno otro, un desafío de unidad nacional.
HABERES
El delegado nacional en Tabasco del partido Morena, en funciones de presidente del Comité directivo estatal, César Burelo, pidió al consejero político José Eduardo Beltrán que acuda ante las instancias de su partido para exponer su queja sobre la presunta ilegalidad que priva en ese instituto político en la entidad. En lo que llamó respuesta a un “panfleto” firmado por Beltrán Hernández, el político tabasqueño rechazó la “denostación” y las “calumnias”, al tiempo que reconoció que en el estado la dirigencia que encabeza Alfonso Ramírez Cuéllar aún no ha designado al funcionario del CEN que acompañe la reorganización de ese instituto con miras a las elecciones del 2021.
Facebook
Twitter
YouTube
