El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó ayer a Curitiba, ciudad donde fue montado un fuerte dispositivo de seguridad, para declarar por primera vez por las imputaciones de corrupción y lavado de dinero en el marco del “caso Petrobras”.
Lula llegó en avión durante la mañana a esta ciudad al sur de Brasil que desde hace días desplegó cientos de policías militares, guardias municipales, retenes, carros blindados y helicópteros, para evitar enfrentamientos violentos entre manifestantes a favor y en contra del exmandatario.
Declaró ante el tribunal a las 14:00 locales (17:00 GMT) por varias horas, en una comparecencia ante el juez Sergio Moro, el magistrado que dirige la Operación Lava Jato.
Responderá a las acusaciones de corrupción y lavado de dinero por supuestamente recibir de la constructora OAS.