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Beltrones y las posibilidades de López Obrador

Por: José Martínez

La derrota del PRI en las pasadas elecciones del 5 de junio fue tan contundente que Manlio Fabio Beltrones tuvo que abandonar la presidencia de su partido casi por la puerta de atrás. Dicen que hubo un intenso cabildeo para evitar que el sonorense dejara el cargo, pero también que Enrique Peña Nieto no lo quería allí. Esa era de diez meses en las que Beltrones apostó su capital político tocó fondo y llegó a su fin.

La misma dinámica ocasionada por la debacle electoral tuvo como resultado una ruptura en la cúspide, donde se manejan los hilos más finos y se dan algunas decisiones que jamás, tal vez, sabremos. Todo resulta en filtraciones o especulación, pero los hechos confirman que hay pleitos domésticos.

Luego de perder siete estados –entre ellos cuatro en los que el PRI había sido invencible-, Beltrones se defendió y afirmó que fueron las malas administraciones de los gobiernos que van de salida los responsables del voto de castigo; también atribuyó a las decisiones fuera de lugar en la selección de candidatos.  La respuesta de los electores se entendió como una señal del alejamiento de una sociedad civil cada vez más crítica e irritada.

El aro protector que formó a su alrededor el emblemático priista hizo temblar a varios políticos en Los Pinos, especialmente a Enrique Peña Nieto, quien ahora tiene en su agenda no sólo la crisis no resuelta de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, sino también la acción policiaca y la muerte de por lo menos ocho personas en Nochixtlán, Oaxaca.

En su discurso de renuncia pronunciado el pasado lunes Beltrones indicó que es urgente una revisión autocrítica profunda del actuar como gobierno. Habló de políticas públicas equivocadas y de políticos que incurrieron en excesos, que no actuaron de forma transparente y con responsabilidad, por eso la sanción y el pago de factura.

Pro no todo quedó allí. Manlio Fabio, el hombre que en su sangre lleva el ADN del PRI, porque ha recorrido todos los rincones del poder y es uno de los pocos sobrevivientes de los llamados dinosaurios del partido a sus 63 años, de forma hábil, después del choque con el anillo de Los Pinos, lanzó una declaración que vendría a sumarse a la turbulenta situación.

“Andrés Manuel López Obrador, dirigente del partido Morena, no sería una mala noticia si ganara las elecciones presidenciales en el 2018”. Y las preguntas son: ¿Le estarán quitando el veto a quien un día fue el referente como un peligro para México?

“Siempre hay que tener buenas lecturas”, indicó Beltrones. Matizó su declaración respecto a López Obrador señalando que si modernizara su discurso sería más competitivo. También envió señales a Margarita Zavala, del PAN, pero el peso de sus afirmaciones giran en torno a quien actualmente encabeza las preferencias en las encuestas y que tiene su propio partido creado precisamente para soportar una tercera candidatura.

En un máximo de 60 días el PRI deberá convocar al Consejo Político Nacional, el cual definirá el relevo. Se mencionan al coordinador de los senadores, Emilio Gamboa Patrón, y al secretario de Agricultura, José Calzada, aunque los priistas recordaron que este último perdió el año pasado la elección en Querétaro. En este juego, Beltrones sigue teniendo cartas para competir.

HABERES

 

TIENE razón el gobernador Arturo Núñez. Un gobierno como el suyo debe colocar en primer plano el diálogo y la negociación, evitar el choque esperado por sus adversarios quienes desearían la ingobernabilidad.