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Chocolates sabor a diputados

MARYCHUY
CASTILLO

Aveces me preguntan
si es difícil hacer un
programa de radio.
Recuerdo que las
primeras veces era bastante
complicado encontrar palabras,
noticias y fomentar la
participación en los radio escuchas
para llenar los minutos
que duraba la transmisión. El
día de hoy, con un poco más de
14 años en el medio radiofónico,
con más experiencia para
improvisar, con cursos que
forman un estilo y dan pautas
para el correcto desempeño en
las emisiones y cierta pericia
para identificar noticias que
generarán opinión, podría decir
que el programa es menos
pesado, pero sobre todo, que es
divertido.
Sin ir muy lejos para ejemplificar
algo de esto, ayer
encontré una noticia que
hablaba acerca de que los senadores
de la república se
regalarán una caja de chocolates
con sus fotografías. La
nota la canalicé a mi compañero
en cabina que sacó la
primera parte de la emisión
de Al Filo de Nuestra Ciudad
con facilidad; ironías, sarcasmos
y señalamientos chuscos
por esta “dulce” iniciativa de
los encargados de la Cámara
alta. Luego sugerí al conductor
que ejemplificara qué
pasaría si eso se replicara en
el Congreso Local, y otro bloque
de la emisión también se
generó como por arte de magia.
La pregunta “¿ a qué sabrían
los “chocolates con sabor
a diputado”? eclosionó espontáneamente y la participación
del público hizo
el resto: “no quiero ni imaginármelo”,
“ricos por ser
chocolates. No por eso buenos
para mi salud”, “a comida
echada a perder”, “amargos”,
fueron algunas de las
respuestas de la audiencia.
La otra parte de Al Filo de
Nuestra ciudad se complementó
con la noticia del día,
que era sobre el Día Internacional
de la Eliminación
de la Violencia Contra la
Mujer. Contrario a la primera
sección, un tema serio
y que tenía que tratarse
dando cifras claves de lo que
ocurren contras las féminas
en México y en Tabasco. Y
con el semblante acorde a
estas duras cifras, concluyó la transmisión.
Así son los programas a
mis más de 10 años de experiencia
en la radio; con
momentos felices y divertidos
en su mayoría, pero
también contrastando con
situaciones intensas.
De testigos.- No se lo tomen
personal queridos diputados
locales. Solo hacemos
alusión a aquellos
legisladores que no trabajan
duro, no a aquellos que luchan
por que la degustación
de los “chocolates con sabor
a diputados” deje una excelsa
marca en la población a
quienes representan.