Después de causar su destitución en enero de 2017, la trama de corrupción conocida como la de la “Rasputina” ha llevado a un tribunal de Seúl a condenar a la ex presidenta surcoreana, Park Geun-hye, a 24 años de prisión y a pagar una multa de más de 13 millones de euros (más de 16 millones de dólares).
La sentencia, cuya lectura fue televisada en directo y mantuvo al país en vilo durante casi dos horas, considera probado que la ex presidenta conservadora, de 66 años, y su amiga Choi Soon-sil, la llamada “Rasputina”, crearon una vasta red de favores a través de la cual extorsionaron a grandes empresas como Samsung, Hyundai o Lotte.
El juez Kim Se-yoon leyó de manera detallada los 16 cargos, de los 18 de los que se le acusaba, por los que ha sido declarada culpable y entre los que figuran el abuso de poder, el soborno, la coacción o la filtración de secretos oficiales.
Park, que llegó al poder en febrero de 2013, volvió a dejar plantado hoy, por supuestos problemas de salud, al Tribunal de Distrito de Seúl que la ha juzgado.