Argentina se convirtió en el primer país en América Latina en aplicar el aislamiento social obligatorio a nivel nacional desde este viernes y hasta el 31 de marzo, para enfrentar la propagación del coronavirus.
Argentina lucía hoy con menos movimiento en las calles pero con largas filas en supermercados y farmacias de personas ansiosas por aprovisionarse y que en muchos casos no guardaban la distancia de seguridad.
En el país sudamericano, donde se han registrado 128 infectados -de los cuales tres fallecieron-, las fuerzas de seguridad realizaban controles en las principales estaciones de trenes y otros centros neurálgicos de para impedir el paso a los que no contaban con permisos especiales para movilizarse. Durante la cuarentena se permitirán los desplazamientos para realizar compras de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos.
Los trabajadores exceptuados de guardar el régimen de aislamiento son los de la salud, alimentación, fuerzas de seguridad, servicios migratorios y medios de comunicación. También los funcionarios de las administraciones nacionales y municipales y los que distribuyen combustible.
El decreto que regula la cuarentena prevé detenciones y eventuales penas de prisión para quienes no la cumplan.