El papa Francisco reconoció el martes que los escándalos de abuso sexual que han sacudido a la Iglesia católica han indignado y alejado a los católicos de la institución.
Dijo que ésta debe cambiar sus caminos si quiere mantener a las futuras generaciones.
En el cuarto y último día de su peregrinación por países bálticos -que coincidió con el lanzamiento de un informe nuevo y devastador sobre décadas de abuso sexual y encubrimiento en Alemania-, el pontífice se refirió directamente a la crisis que convulsionó su papado.
Con la visita a Estonia el papa Francisco concluyó su peregrinación por los países bálticos.
En Estonia se reunió con el presidente Kersti Kaljulaid al llegar a Tallín.
Más tarde, presidió la reunión con jóvenes, antes de celebrar una misa en la Plaza de la Libertad para una comunidad católica que solo cuenta con 6 mil personas.