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El ejército llegó a las dos de la tarde

El ejército llegó a las dos de la tarde

A hora se sabe, que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha iniciado investigación en contra de militares que llegaron desde las 14:30 horas al lugar donde cuatro horas después ocurrió la explosión que hasta ahora ha dejado ya 89 muertos y 58 heridos, en Tlahuelilpan, Hidalgo, el pasado viernes por la tarde-noche. Y es que en la conferencia de prensa que ofreció el Presidente Andrés Manuel López Obrador la noche del domingo, acompañado de los funcionarios que atienden este problema, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo hizo una cronología desde el momento en el que el ejército tuvo conocimiento de la fuga del explosivo, hasta que las personas que resultaron con quemaduras fueron llevadas a los hospitales. Y lo que revela esta cronología, es que los militares llegaron a las 14:30 horas al lugar de la  fuga y hasta las 15:45 horas “ya se aglomera una parte de la población y personal militar los conmina a retirarse”, según palabras textuales de Alfonso Durazo. Esto ha dado paso a que la Comisión Nacional de Derechos Humanos investigue la inacción de los militares que llegaron al lugar de la fuga, antes que los pobladores. El mismo general Luis Sandoval, declaró que fueron 25 elementos militares los primeros en identificar la toma clandestina, pero que “inicialmente salía muy poco combustible, pero luego empieza a aumentar a chorro hasta alcanzar los seis o siete metros de altura”. Con respecto a la actuación de los militares, el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que existe un protocolo y se aplicó, “aunque no vamos a dejar de mejorarlos y perfeccionarlos, pero no quiero que se piense que se actuó mal”. “Hicieron lo que tenían que hacer”, dijo. Ahora  vemos en las fotografías que circulan en los medios de comunicación nacional, que el ejército tiene resguardada la zona donde ocurrió el siniestro, tienen cercado con algunas señales, cuestión que al parecer, no se hizo desde el momento que descubrieron la fuga, quizá la minimizaron, porque era muy pequeña, o no contaban con que la población se haría presente. Esta investigación que realiza la Comisión Nacional de Derechos Humanos, finalmente deberá arrojar resultados similares a los de la Fiscalía General de la República, que también está realizando sus investigaciones respectivas, en la que se debe revelar por qué el ejército no acordonó la zona de inmediato y si realmente cumplieron con el protocolo que tienen para actuar en casos como estos, sobre todo, porque se sabe que en esa misma toma, se venían robando el combustible desde hace ya un par de años y que incluso en diciembre pasado se había registrado un fuga. Si bien el Presidente López Obrador ha expresado su reconocimiento al ejército, serán las autoridades las que determinen si actuaron de forma debida, o fueron omisos, pero a todas luces, parece ser que el grupo de 25 elementos que llegó primero, pudo haber hecho más, porque los gendarmes que llegaron a las 17 horas, y el refuerzo de militares que arribó a las 17:30, estos sí que ya no podían hacer nada, porque la población ya estaba llenando sus botes en la “fuente de la muerte”. Para que no pase lo mismo de Ayotzinapa en las investigaciones, la Fiscalía tiene que actuar sin proteger a nadie.