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El municipio de Centro es importante, pero no tanto

Por: José Martínez

Dicen que los seres humanos acostumbramos a mirarnos el ombligo como si fuera el centro del Universo. Algo así parece estar sucediendo con las campañas que llevarán  elecciones extraordinarias de la capital tabasqueña, las del municipio de Centro, que por lo menos para Andrés Manuel López Obrador y para algunos dirigentes de Morena –no para todos- es como la si fuera la batalla por los votos más importante antes del 2018. A veces olvidamos que en realidad si no fuera por la anulación este capítulo ya estaría cerrado y los partidos estarían más ocupados en las votaciones para gobernador en doce estados.

Escuchando ayer a Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional del PRI y uno de los rivales de López Obrador en las encuestas anticipadas para las presidenciales, me dio la impresión de que sí le interesan los comicios tabasqueños pero tiene más interés en que su partido tenga el control  del mayor número de gubernaturas. En todo caso, lo que parecería estar en la agenda del sonorense no es tanto la victoria de su partido en Centro, Tabasco, sino en la derrota de su posible rival en el 2018.

Quien sin duda ha hecho de la contienda por la capital tabasqueña un caso de vida o muerte –en el sentido político- es el macuspanense. Por eso ha puesto al frente de la batalla todos los recursos disponibles, entre ellos su propio prestigio.

No sucede lo mismo, por cierto, en el equipo de Gerardo Gaudiano a quien vemos mucho más tranquilo que en el proceso pasado. Para su equipo se trata de ratificar el triunfo, aunque no se prevé una contienda sencilla. Y también deben estar preparados para las sorpresas en los tribunales.

Pero le decía que aparte de lo importante que es para los centrecos quién finalmente gane las elecciones entre Gerardo Gaudiano, Liliana Madrigal y Octavio Romero –sin desestimar el esfuerzo que pueda hacer el independiente Pedro Contreras-, en realidad el PRI nacional tendría en su cronograma las doce gubernaturas de 2016 antes que los destapes anticipados de 2018.

Hay una razón elemental: mientras López Obrador ya tiene asegurada la nominación, puesto que es candidato único, en el PRI los resultados de las elecciones estatales de este año influirán en el liderazgo que muestre tener Beltrones Rivera.

En las elecciones de junio próximo en 12 estados, los gobernadores fueron elegidos en 2010, para  períodos menores a seis años: Aguascalientes, Carlos Lozano; Zacatecas, Miguel Alonso; Sinaloa, Mario López Valdés; Tlaxcala, Mariano González; Puebla, Rafael Moreno Valle; Hidalgo, Francisco Olvera; Oaxaca, Gabino Cué; Quintana Roo, Roberto Borge; Tamaulipas, Egidio Torre Cantú; Chihuahua, César Duarte, Veracruz y Durango Jorge Herrera. Otra novedad es que en junio se votará también por gobernadores de mini mandatos: para sólo dos años en Puebla y Veracruz.

El objetivo del tricolor, y sobre todo de Beltrones Rivera, es llegar al final del año con por lo menos un tercio de gobierno estatales a manos de su partido. No sólo sería para el sonorense una justificación de su liderazgo, sino también una plataforma para el eventual candidato de ese partido. En el caso de López Obrador, como candidato presidencial se mueve más con base en una movilización social que en un partido.

HABERES

ES CIERTO que la alcaldía de Centro, con sede en Villahermosa, es una palanca para quien desee la gubernatura tabasqueña en el 2018, pero como dicen los clásicos: lo primero es lo primero.

MESURADO y muy hábil se mostró Beltrones al referirse al gobernador Arturo Núñez. Es su adversario político, pero también su amigo.