En vísperas del 2 de Octubre

Felipa Nery

Para recordar la marcha del silencio del 13 de septiembre de 1968, cuando más de 250 mil jóvenes acompañados de profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México marcharon en la Ciudad de México, del Museo de Antropología, al Zócalo, en una protesta silenciosa en contra del gobierno autoritario y represor de Gustavo Díaz Ordaz, de quien pedían su renuncia y en exigencia de beneficios sociales, menor desigualdad, libertades y apertura democrática, ayer miles de estudiantes de la UNAM, el Politécnico Nacional y el Colegio de México, repitieron la marcha, esta vez, para exigir a las autoridades de la UNAM la expulsión de los porros y terminar con el acoso que viven los estudiantes por parte de los porros, que a decir de Imanol Ordorika, director general de evaluación institucional de esa casa de estudios, algunos grupos porriles mantienen nexos con los distribuidores de drogas de tienen sentados sus reales en Ciudad Universitaria y que han provocado enfrentamientos y asesinatos al interior de la máxima casa de estudios. A 50 años de aquellos acontecimientos de protestas de jóvenes estudiantes en contra del gobierno que derrochaba millones de recursos públicos en obras suntuosas para celebrar los juegos olímpicos y se olvidaba de los reclamos de la sociedad, los jóvenes de aquel entonces tenían su pliego petitorio, en el que exigían: libertad de los presos políticos, desaparición del cuerpo de granaderos, destitución de jefes policiacos, indemnización a familiares de muertos y heridos por conflictos, entre otros, la marcha de ayer de los estudiantes llevó como principal reclamo, la salida de los porros universitarios que el pasado tres de septiembre agredieron a estudiantes universitarios, sin que las autoridades intervinieran o detuvieran la agresión, por lo que también exigen la renuncia de los funcionarios que protegen y financian a esos porros. A decir de Imanol Ordorika, en una entrevista en el diario El Universal, antes se decía que detrás de estos porros estaba el Partido Revolucionario Institucional, pero hoy se sabe, que se alquilan para todos los partidos políticos, lo mismo para dar protección, que para hacer desmanes; incluso  profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México, con los que platicaba el día de ayer, comentaban que detrás de los movimientos porriles está el Partido de la Revolución Democrática. Y habrá que recordar, que en la campaña para elegir  nuevas autoridades de la Ciudad de México, la candidata de morena a jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, fue agredida en varios mitines, que incluso llegaron a suspenderse algunos actos de campaña debido a las acciones violentas que les provocaban, para después acusar a MORENA de incitar a la violencia. Con seguridad el gobierno federal y el mismo presidente electo ya tendrán la información real sobre los políticos que están detrás del movimiento violento que desataron en rectoría el 3 de septiembre y que provocaron las protestas y huelga de los estudiantes que ahora han salido a la calle a manifestarse.