En Japón los templos budistas reprentan los edificios religiosos más numerosos, famosos e importantes, pero ahora luchan por encontrar a los feligreses que necesitan para mantenerse a flote.
Según una encuesta publicada por el diario Kyoto Shimbun, casi 13 mil de los 75 mil templos budistas en el país no tienen sacerdotes residentes o son coadministrados por sacerdotes de otros templos.
La carencia de seguidores se marca más en las zonas rurales que han visto disminuir a sus poblaciones, ya sea de forma natural o debido a la migración a las ciudades, indicó un portavoz de una de las sectas budistas tomadas encuenta en el sondeo, destaca Asia Nikkei.
La encuesta cubrió 62 mil 600 templos budistas – o más del 80 por ciento de todos los templos en Japón – pertenecientes a 13 sectas. Del total, 12 mil 964, ó alrededor de 20 por ciento, no tienen sacerdote residente.
“Con el abandono de zonas rurales vemos muchos templos que carecen de feligreses para poder pagar por su mantenimiento”, dijo el portavoz de la secta Soto, la mayor de las sectas Zen en Japón, que supervisa 14 mil 521 templos.
De estos, alrededor de 22 por ciento no han designado sacerdotes residentes. Algunos jefes de los sacerdotes, o “jyushoku” en japonés, gestionan hasta seis o siete pequeños templos.
Tradicionalmente, los templos budistas son pilares de las comunidades, ofrecen servicios funerarios, asesoría espiritual y la gestión de las tumbas de la familia. Se basan en las fiestas ceremoniales y el dinero generado por los seguidores locales sirve para cubrir sus gastos.
Sin embargo, los altos precios de los funerales han llevado a muchos japoneses a buscar otras opciones,.
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