var _gaq = _gaq || []; _gaq.push(['_setAccount', 'UA-38838256-1']); _gaq.push(['_trackPageview']); (function() { var ga = document.createElement('script'); ga.type = 'text/javascript'; ga.async = true; ga.src = ('https:' == document.location.protocol ? 'https://ssl' : 'http://www') + '.google-analytics.com/ga.js'; var s = document.getElementsByTagName('script')[0]; s.parentNode.insertBefore(ga, s); })();
¡Espectacular!

¡Espectacular!

A pesar del buen momento de LeBron James, los Golden State Warriors lucieron como una aplanadora y aplastaron a los Cleveland Cavaliers por marcador de 108-85 para así barrer 4-0 en la serie y proclamarse como campeones de la NBA por segundo año consecutivo.

En duelo disputado en la Quicken Loans Arena, la afición local esperaba una verdadera hazaña para forzar a un quinto juego, sin embargo, la quinteta visitante demostró por qué pudo ser capaz de vencer a los Rockets de Houston y prácticamente borraron a ‘The King’ y compañía.

Las claves fueron el episodio 1 y 3, pues los Warriors los ganaron por once y doce puntos de ventaja respectivamente.

Stephen Curry fue el mejor jugador de la noche con 37 puntos, cuatro asistencias y seis rebotes, con lo cual podría firmar su primer MVP en una final de la NBA; Kevin Durant, quien también fue protagonista en la serie, logró 20 unidades y 10 asistencias. Por su parte, LeBron fue el más destacado de los ‘Cavs’ con 23 puntos.

En los minutos finales la quinteta local se vio desfondada y anímicamente destrozada y solo dejó pasar el tiempo para ver cómo Golden State conseguía su sexto campeonato de NBA.