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Evo sale de México

Evo sale de México

Felipa Nery

Coincidentemente, a la salida de Evo Morales de México, con rumbo a Cuba, el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump anuncia que a pedido del gobierno mexicano no hará la declaratoria de terroristas a los cárteles de la droga mexicanos, misma que ya nos tenía a muchos haciendo conjeturas en relación a las posibles consecuencias que podría tener esa declararía, principalmente la incursión militar de Estados Unidos en nuestro territorio para venir a capturar a los líderes de los cárteles sobre los que existen ordenes de extradición hacia Estados Unidos, es decir, que pudieron ocurrir situaciones similares como las que se originaron cuando Estados Unidos invadió a Irak para ir en la búsqueda de Sadam Hussein, a quien se le acusaba de almacenar armas nucleares, o bien cuando incursionó en Pakistán, en busca del líder terrorista de Al Qaeda, Osama Bin Laden; aunque también había quienes aseguraban  que la intención de Estados Unidos de declarar terroristas a los narcotraficantes mexicanos es con el fin de incursionar en México para apoderarse del litio que hay en el norte mexicano, precisamente por la zona donde se dieron los asesinatos de mujeres y niños de la familia estadounidense-mexicana Le Baron. Ahora, no sabremos cuál fue la realidad por la que Donald Trump amenazó a México con declarar terroristas a los cárteles de la droga, o si  era por el asilo político que México otorgó al depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, quien después de dos períodos presidenciales de realizar un trabajo que le mereció el reconocimiento no sólo de los habitantes de su país, sino de otros países, intentó perpetrarse en el poder al estilo de Nicolás Maduro de Venezuela, por lo que se desataron las protestas en Bolivia en su contra,  porque en el proceso electoral en el que resultó reelecto habría cometido fraude, en complicidad con el Tribunal Electoral. Recordaremos que el Presidente Andrés Manuel López Obrador le ofreció asilo político, mismo que aceptó Evo, y que incluso le costó una odisea diplomática al gobierno mexicano, para traerlo al país; en México, fue alojado en un campo militar en la Ciudad de México, de donde habría salido después para vivir en una casa, posteriormente se iniciaría un pase de charola entre diputados de MORENA para pagar su manutención y finalmente, nos enteramos que viajó con Rumbo a Cuba, supuestamente para ser atendido médicamente; aunque también se dijo que regresaría a México, pero su intención es de recibir el asilo político en Argentina, donde ya se lo ha garantizado el presidente electo Alberto Fernández, sólo que no ha partido hacia ese país, porque Fernández no asume el poder aún y se compromete a garantizarle la vida, a partir del próximo martes que él sea Presidente de la Argentina. Haya sido como haya sido, lo cierto es que hoy ya no pesa tanto sobre México la amenaza de la invasión de Estados Unidos, pero con seguridad, después de la plática que tuvo la semana pasada el Presidente Andrés Manuel López Obrador con  el Procurador General de Estados Unidos, William Barr, debe haberse dado un compromiso por parte de México, de reforzar las políticas de combate a los cárteles de la droga.