Felipa Nery
Si unos hombres amarran a su madre, como si tratara de un animal, qué más cree usted que son capaz de hacer estos hombres?. Definitivamente, de aquella persona que no respeta a su madre, no podemos esperar nada bueno, porque quien no respeta a quien le dio el ser, no respetará a nadie. El hecho que ocurrió el pasado domingo en un poblado del municipio de Cunduacán, que fue video grabado en un celular y circuló por las redes sociales, donde se observa a un hombre que tiene amarrada de las manos a su madre, quien se encuentra en el suelo, no sólo provoca indignación, sino tristeza y decepción, de lo ruin y bajo que ha caído gran parte de nuestra sociedad tabasqueña. Después, nos enteramos, que se trataba de una señora que discutió con sus hijos por un árbol de guayaba, pero con quienes ya trae conflictos, porque estos le reclaman a la señora, que les delimite unos terrenos que le exigen como herencia. La misma señora, denuncia que el hijo que la amarró trabajó como militar, por eso mantiene aterrorizada a la familia. No podemos imaginar la vida que vive esta señora, viviendo al lado de sus propios enemigos, que no se trata de cualquier vecino, sino de aquellos seres que ella llevó en su vientre durante nueve meses, que después seguramente amamantó con sus pechos y al llegar a ser hombres, se convierten en bestias que descargan toda su furia en contra del ser al que deben no sólo respeto, sino devoción, comprensión, mimos y toda clase de consideraciones. O los padres no han hecho bien su tarea en la educación de sus hijos, o ha sido el entorno y la sociedad misma, la que los ha llevado a estos niveles de degradación como ser humano, en el que nos encontramos. ¿Hasta dónde vamos a llegar?. Si bien es cierto que tenemos problemas graves de pobreza, eso no es justificante para que los hijos sean tan crueles y desalmados contra sus propias madres. Dónde quedaron esos tiempos en los que los padres, nuestros mayores, los ancianos, merecían toda el respeto y consideraciones. Es grave el problema de esos hijos que exigen que sus padres les donen sus bienes en vida, que no esperan a que ellos mueran para heredar, sino que en vida de sus padres les exigen que les entreguen sus bienes y cuando muchos lo hacen, después esos padres son abandonados y olvidados, esos padres que dan todo a sus hijos en vida, se quedan en la miseria y luego tienen que vivir de la caridad de los vecinos. Hasta dónde vamos a llegar como sociedad. ¿Cómo vamos a frenar, a detener esta pérdida de valores que cada día pone en mayor peligro la convivencia social?. Sí, porque si esos hijos se atreven a actuar de esa forma contra su madre, son capaz de hacer todo en contra de los extraños, si no tienen piedad, ni compasión por su madre, qué se imagina usted que puede sentir por los demás que no son su familia?.