Durante la transmisión del programa “Orgullo Tabasqueño en los Deportes”, en Televisión Tabasqueña (TVT), se presentó a Kayla Isabel Pimentel Fuentes, joven atleta que reveló los retos que tuvo que vencer, así como los apoyos recibidos para lograr ser medallista olímpica nacional.
Frente al teleauditorio de Tabasco y la región sureste, Pimentel Fuentes rememoró su entrada fortuita al atletismo: un día pasó a recoger a una amiga a la Ciudad Deportiva y alcanzó a ver los entrenamiento que llevaba a cabo el profesor Felipe Cachón Gómez; apenas llegó a su casa, expresó a su madre el deseo imperioso de ser parte del equipo de atletismo.
“Empecé con salto y a correr los 75 metros, nada más con el deseo de entrenar. No me veía en competencias”, admite la joven tabasqueña.
En 2012 logró pasar al campeonato nacional de atletismo, organizado por escuelas primarias, donde quedó en tercer lugar, en 75 y 150 metros, ganando dos preseas de bronce. Nada mal para una joven sin ninguna experiencia competitiva.
“No esperaba pasar a una final, yo sólo iba a competir porque me había gustado entrenar, entonces subir al podio de honor fue para mí otra cosa, más escuchar el Himno Nacional. La verdad fue una sorpresa ver esos resultados en mi persona”.
Para la joven corredora representar a Tabasco marcó para siempre su preparación. “No me gustaría representar a otros estados. Significa mucho para mí representar a Tabasco en cada competencia”.
El que entrara desde joven al atletismo le dio lo que necesitaba: disciplina. “Fui aprendiendo a combinar el atletismo con la escuela. Sinceramente no se me hizo difícil. Ahora que estoy en prepa, ya estoy más que acostumbrada, sino entreno en a tarde o en la mañana no me siento de la misma manera”.
SE CUBRE DE ORO Y PLATA
Pasar de competencias regionales a una Olimpiada Nacional fue un proceso lento pero seguro. “Tardé mucho en participar en una Olimpiada Nacional, apenas el año pasado fue mi primera clasificación, pero me di cuenta que sí podía hacer las cosas y este año lo logré”.
Pimentel se refiere a la medalla de oro y plata que consiguió en los 100 metros libres y con vallas. Para lograrlo tuvo que vencer sus miedos. “Hace dos años me lesioné con las vallas y por el mismo miedo, el año pasado no las pude hacer tampoco, pero este 2017 me animé a hacerlas y triunfé.”
Su mayor apoyo, además de su entrenador, es su familia. Su madre la acompaña a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva. Y cuando son competencias regionales, le toca a su padre seguirla.
“Sinceramente, mis papás me apoyan al 100 por ciento”.