José Martínez
En la vida se debe tener congruencia en todos los sentidos. Pero en este caso se hablará de quienes son parte de un partido político, donde las palabras deben estar acompañadas de la acción, de otra manera el proceso se pervierte, se vacía de contenido y pierde fuerza.
En ambos casos debe existir una ideología, un camino marcado por el cual sus integrantes o militantes deben conducirse. La mística, se decía en los primeros pasos de los partidos de izquierda en Tabasco, algo que pocos cumplieron.
No fue el caso de Andrés Manuel López Obrador quien desde un principio tuvo en mente, en sus actos y en su lenguaje dos cosas: apoyar a los más desprotegidos y no dejarse llevar por el dinero, la riqueza. Ha sido congruente desde sus inicios a lado de los indígenas de Tabasco. Se puede estar o no de acuerdo con sus política, pero se le reconoce su constancia, su perseverancia.
Lo dijo en un debate que sostuvo con Diego Fernández de Cevallos en el año 2000, donde planteó que tanto el PRI como el PAN estaban de acuerdo para seguir gobernando y continuar apuntalando pobreza y miseria a la mayoría de los mexicanos. Desde años atrás había definido al neoliberalismo como una “fábrica de pobres”. Por supuesto que sus adversarios lo refutaron como una visión maniquea.
Pero desde ahí, AMLO tenía claro el panorama, su ideología, y así caminó hasta que compitió por la Presidencia de la República dos veces, y fue hasta el 2018 cuando logró triunfar, sin olvidar su lema del año 2000: que primero son los más necesitados. También sostuvo que ante todo debería reinar la austeridad. “Primero los pobres”, dijo en su paso por la jefatura de la hoy Ciudad de México.
Se los recordó este año a quienes ganaron alcaldías y diputaciones en una reunión a puertas cerradas en la Ciudad de México, claro y directo: “no se dejen marear, ni anden comprando camionetas de lujo, no cambien”.
Al ser parte de la llamada cuarta transformación su compromiso con el cambio debería ser grande. No se solaparán actos de corrupción, vengan de quien vengan. Las cartilla fue leída…
Es un compromiso muy difícil de cumplir, sobre todo porque muchos de los que hoy gobiernan no han comprendido la ideología de López Obrador. Menos quienes se sumaron a última hora.
Muchos de ellos, no es que olviden comportarse a la altura de la austeridad, es que jamás la han practicado, y el punto clave es que no pueden cambiar de un día para otro, es parte de una naturaleza humana que tiende hacia ciertos hábitos cuando no existen los contrapesos sociales e institucionales.
En la entidad se debe revisar el tema a fondo, repensar el compromiso que dijeron contraer para transformar el estado, para hacer otra forma de política, en la que se coloque al ciudadano en el centro de la administración pública.
Se debe caminar con cuidado, porque cada acción que no cumpla con el propósito de la cuarta transformación puede ser denunciado, así lo indicó el presidente electo en su momento, “denuncien”.
La situación se puede subsanar con una sociedad participativa, informada, propositiva y movilizada que cuestione a sus gobernantes recordándoles los lineamientos sobre los que deben caminar en que quehacer público.
HABERES
La alcaldesa de Centla, Guadalupe Cruz Izquierdo, se convirtió en la primera autoridad municipal en denunciar las anomalías que su antecesora Gabriela Sanlucas realizó. Acusó que van desde laudos, adeudos con CFE, millonarios finiquitos, deudas a proveedores. Sostuvo que llamará a cuentas a la ex funcionaria. El tiempo corre.
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