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La federación hace su parte; ¿y nosotros?

La federación hace su parte; ¿y nosotros?

José Martínez

En los primeros días del mes de octubre cayó sobre Tabasco las intensas lluvias provocadas por el frente frio 4 y 5. La situación se complicó cuando la CONAGUA dio a conocer que la presa Peñitas ubicada sobre las aguas del Río Grijalva se encontraban muy cercano a su capacidad de almacenaje, por lo que era necesario desalojar miles de metros cúbicos para poder tener espacio para captar el agua que estaba cayendo con los frentes fríos.

Desde ese momento se dio un desencuentro entre la Comisión Federal de electricidad y el Gobierno del estado ante un presunto mal manejo de las presas instaladas sobre las aguas del Río Grijalva, ya que de inmediato se fueron al agua decenas de comunidades de los Municipios de Cunduacán, Jalpa de Méndez, Nacajuca, Centro y Centla.

Por su parte las aguas del río de la Sierra provocaron afectaciones en comunidades de Teapa, Tacotalpa y Jalapa. Le llovió a Tabasco sobre mojado.

De inmediato el gobierno del estado emitió las declaratorias de emergencia para liberar los recursos del Fondo de Contingencias el estado de Tabasco para apoyar con despensas, cobertores y las facilidades a las personas que acudieron a los refugios temporales y a los que decidieron quedarse en sus casas a pesar de encontrase entre el agua.

La Federación hizo su parte y desde los primeros días del problema se hizo presente en Tabasco el Secretario de Bienestar, Javier May Rodríguez, para la evalución de los daños causados y determinar el mecanismo adecuado para ayudar a las personas afectadas por el exceso de agua.

De común acuerdo entre estado y Federación se acordó un apoyo directo y en efectivo de diez mil pesos a cada una de las familias que probara afectaciones en sus viviendas. Ahí empezó el desorden.

Ante un pueblo severamente golpeado por la pandemia del Covid19, el anuncio de un apoyo inmediato y en efectivo fue una invitación para pedir se les incluyera entre los beneficiarios del programa emergente, a aunque los daños fueran mínimos.

Las instancias locales y federales de inmediato se vieron superadas por la gran demanda de apoyos que surgieron. Ante la desesperación la gente empezó a cerrar caminos y carreteras para exigir fueran censados.

No faltaron los vivales y aquellos que azuzaron a la gente para pedir el apoyo entregado de buena fe por el gobierno federal. Estos casos deben investigarse y deslindar responsabilidades. En los otros casos debe imperar el dialogo y más dialogo y si no funciona, más diálogo. Se debe a poyar a quienes resulten afectados. Ni más, ni menos.

 

HABERES

Si el pueblo dice: Queremos que continúe la corrupción, nos gusta, somos partidarios del masoquismo, acepto hasta dejar el gobierno”, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.