José Martínez
El próximo fin de semana es fundamental para el futuro energético de México. El 2 de junio arrancarán de forma oficial los trabajos para la construcción de lo que será la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, en Tabasco.
La construcción de esta obra forma parte de la estrategia de la actual administración federal para recuperar la independencia energética de México, y se suma a las acciones de rehabilitación de las otras seis refinerías existentes, y al incremento en las actividades de exploración y producción del crudo en tierra y en mar. Acciones que cuentan con un techo financiero de 150 mil millones de pesos para este año.
Para la nueva refinería se tiene programado el ejercicio de una tercera parte de estos recursos para la etapa inicial en la que los trabajos serán coordinados por el propio personal de Pemex, ante la declaración como desierta de la licitación internacional que buscaban empresas privadas.
Se aprovechará el recurso técnico y humano de la petrolera mexicana que durante años mantuvo produciendo las instalaciones de Pemex en todo el país, y que en algún momento compartieron sus conocimientos con otras empresas extractivas del estado a nivel de Latinoamérica. Se ha hecho un llamado a los jubilados y retirados con experiencia indudable. Las acciones serán coordinadas por la SENER desde las oficinas que tendrán en el edificio del IMP en Villahermosa.
Desde que se anunció la construcción de la refinería y del rescate de Pemex en general ha habido innumerables muestras de apoyo, pero también acciones y declaraciones de rechazo al plan de López Obrador. Sin embargo, para nadie es secreto el origen de la molestia.
Durante años se dejó de invertir en la petrolera mexicana para entregarle el sector al capital privado, especialmente a inversionistas extranjeros. Dicen los críticos de la reforma energética que con ella Peña Nieto buscaba colocar el último clavo a un ataúd creado para Pemex.
La nueva administración federal sabe que el petróleo es negocio, con la gran diferencia de que se busca que la renta petrolera se socialice entre todos los mexicanos, y no quedar en manos de un pequeño grupo. Desde ahí son entendibles las voces que buscan detener una obra tan importante como la refinería Dos Bocas.
Ya ocurrió el primer incidente con la limpieza del terreno que albergará la obra, en la que un despacho privado que se encuentra parapetado en una organización civil promovió una denuncia ante la agencia especializada en el sector hidrocarburo (la ASEA), que falló a favor de la consultora que nunca estuvo en Tabasco.
El asunto se ventilo y resolvió desde una oficina en la ciudad de México. No será problema alguno el resolutivo de la ASEA, pero si llama a cuidar más las acciones contempladas en el proceso de construcción. Son miles de millones de pesos lo que están en juego. Demasiadas tentaciones.
Es recomendable que el equipo que coordine la construcción trabaje de la forma más transparente y apegada a derecho. La nueva refinería es necesaria. Su creación debe blindarse social, política y ambientalmente.
HABERES
Adán Augusto López Hernández se encuentra entre los primeros tres lugares de los gobernadores mejor calificados junto con Francisco Domínguez Servién de Querétaro y Mauricio Vila Dosal de Yucatán, de acuerdo a una encuesta realizada por Caudae/El Heraldo de México. Según lista, López Hernández obtuvo el 66.4 por ciento en ese ejercicio muestral. Claro, las encuestas hay que tomarlas siempre con las reservas del caso.
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