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La ONU debe coordinar la ayuda

La ONU debe coordinar la ayuda

Felipa Nery

En estos momentos de transición que vivimos en México, donde tenemos una administración gubernamental semi paralizada, a la espera de la entrega formal del mando al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien inicia funciones el próximo uno de diciembre, los problemas de inseguridad y mala atención de los servicios sociales a los mexicanos se acentúa y esta misma situación golpea a los centroamericanos que han llegado en caravana al país con el fin de cruzar el territorio mexicano, para llegar a los Estados Unidos de Norteamérica, en busca de un mejor futuro que le ha sido negado en sus países de origen. La caravana que supuestamente salió por la invitación del periodista y político Bartolo Fuentes, quien fue encarcelado por el gobierno hondureño,  ahora se sabe que habría sido propuesta por otro hondureño a través de una cuenta de Facebook, en la que invitaban a organizarse un buen número de hondureños, tomando en consideración que diariamente salían de ese país unas 300 personas, por lo que para una mayor seguridad proponían irse en caravana y presionar para que les dejaran pasar a todos, o a ninguno, esta propuesta animó a jóvenes, adolescentes, hombres y mujeres con sus niños, a embarcarse en esa aventura, sin importarles o advertir todo lo que pudieran padecer en el trayecto, los medios de comunicación televisivos y la prensa nacional, ahora dan cuenta de las enfermedades que ya padecen muchos de los que van a estas caravanas, en especial, los niños que sufren de deshidratación, enfermedades diarreicas, y los mayores, problemas en sus pies, porque no tienen  para comer y mucho menos para adquirir los zapatos adecuados para las largas caminatas. Transitar por el territorio mexicano, no ha sido fácil para estos centroamericanos, que si bien mantienen la idea de seguir unidos y avanzar juntos, también se advierten los peligros de ser cooptados por la delincuencia organizada, al subirse en los trailers o camiones a los que les piden aventones. En México y en especial las entidades por donde transitan estas caravanas, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, los habitantes padecen severas crisis económicas,  sufren de pobreza extrema y no están en condiciones de auxiliar los centroamericanos; sin duda que el pueblo quisiera solidarizarse con estos extranjeros en desgracia, pero las condiciones no se lo permiten, por lo que lo más pertinente es que sea la Organización de las Naciones Unidas, la que convoque tanto a los gobiernos de Estados Unidos, México y los países expulsores, para que juntos atiendan las necesidades de alimentación, atención a la salud e higiene de estas personas que huyen de la miseria y la inseguridad que viven en sus países, con la esperanza de alcanzar ese sueño americano que a algunos indocumentados les ha permitido tener una mejor forma de vida, pero hoy en día ese país también está en crisis, no tiene capacidad para atender la demanda de empleo de sus connacionales y menos para recibir a quienes carecen de todo, por ello, la ONU debe intervenir, procurar la ayuda humanitaria a estos seres humanos que merecen atención y no pueden seguir olvidados de la solidaridad internacional.