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La poesía también es sed de justicia, afirman al presentar Versos al viento

La poesía también es sed de justicia, afirman al presentar Versos al viento

En el escenario Plaza de Armas de la FULTabasco Internacional 2016, Ricardo Ávila Alexander presentó este martes 8 el libro Versos al viento, Antología de poetas de México y Colombia.

El grupo de poetas colombianos lo conformó la editorial Cátedra pedagógica, a cargo del escritor Olegario Ordóñez Díaz, un editor bogotano, quien invitó a Ávila Alexander a reunir a otro grupo mexicano de poetas.

“De esa manera invité a Rafael Hernández, Maximino García, y en el volumen dos están autores como Juan Hernández, de Xalapa, Veracruz, y  Níger Madrigal, de Cárdenas, Tabasco, además de don Rafael Rueda de León”, expuso Ricardo Ávila Alexander, quien con Poemas cósmicos obtuvo el Premio de Poesía José Carlos Becerra en 2012 y es fundador del Colegio de Ciencias y Artes de Tabasco.

Además, porque fue un gran impulsor de la literatura y del arte y un gran amigo del Colegio de Ciencias y Artes, los presentadores del libro le rindieron un homenaje a Rafael Rueda de León.

Por su parte, Rafael Hernández Córdoba, escritor y traductor, al presentar el libro Versos al viento, dijo que en esa obra se puede hallar un mosaico de tonalidades, que la poesía engalana la voz como el polen que da vida, o también que la poesía es un monstruo perdido en el hilvanado gris que busca en el libro del corazón briznas en la murmuración del aire.

“La poesía es la emoción que alza nuestros brazos para ver la cruz de nuestra sombra humana, y los autores somos una alforja de poetas contemplando rostros en abismos planetarios donde el mago de los signos, que es el verso, navega en el papalote de los sueños; es la voz de la gente que tiene hambre y sed de justicia”, puntualizó.

Otro de los presentadores, Maximino García Jácome, poeta y profesor de la DAEA, expuso que pensar un poema es muy fácil pero bajarlo al papel ya es otra cosa.

Señaló que la poesía hace dichoso al escritor que monta en una ola de la línea del tiempo al sujeto amante con su objeto amado.

“Cuando escribimos podemos hacer alusión a muchos personajes y existe la posibilidad que estos personajes nos sustituyan, cuando son más productivos nosotros desaparecemos; en la buena salud nadie está más activo que el pensador inactivo”, recalcó García Jácome.