Los diputados nos pueden costar mucho menos, si quieren

Por: José Martínez

Es cierto que los diputados y senadores nos cuestan muy caros. También los diputados locales. Un estudio realizado de manera independiente reveló que un diputado federal mexicano puede llegar a cobrar hasta unos 80 salarios mínimos al día, sin rendir cuentas. La imagen de un señor o señora apoltronado en su sillón y durmiendo en plena sesión se ha vuelto un modelo de cómo ‘trabajan’ los legisladores mexicanos. Se les paga todo el año, pero sólo están en sesiones un promedio de seis meses; otro semestre se la pasan ‘en receso’.

Hace unos días dos diputados del PRI ‘Adrián Hernández y César Rojas- presentaron una propuesta para eliminar la mitad de las diputaciones plurinominales y un buen porcentaje de las regidurías. Hay que reducir los costos, dijeron. Pero cuando el PAN presentó su propuesta para una modificación constitucional haca más de diez años quienes se opusieron fueron los del PRI. Tiene razón el diputado José Antonio de la Vega al decir que la iniciativa tricolor en Tabasco no va a prosperar y no porque el PRD tenga mayoría sino porque es necesario primero modificar la Constitución. Así todo puede terminar en fuegos artificiales para el consumo del público. Pero los diputados podrían hacer muchas cosas para cuidar el dinero público. Por ejemplo pueden tener un mejor sistema de rendición de cuentas y de transparencia del gasto; pueden dejar de gastar en ‘gestoría de reparto’ (láminas, pollitos, medicinas) y concentrarse en vigilar el mejor funcionamiento de las instituciones de atención ciudadano. Pueden también amarrar las manos a los funcionarios de los órganos autónomos ‘como el Instituto Electoral- para que no derrochen con tanto descaro el dinero público. Pueden
ser representantes populares verdaderos.

La mujer y su lucha por la equidad

La mujer a través de la historia se ha encargado de traspasar obstáculos, a pesar de las adversidades, ya sea en lo laboral, social, político y en los derechos humanos. Se ha convertido en un factor decisivo y decisorio en el cambio en México. El empoderamiento femenil en la vida pública constituye un elemento indispensable para alcanzar una sociedad más democrática, justa, equitativa y solidaria.

La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en esa fecha del año 1908, donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York, en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.  También se reconocen como antecedente las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, en Nueva York.

Su participación en el mercado y en todos los ámbitos de la vida pública, más allá del trabajo doméstico, es cada vez más reconocida.
En Tabasco, el gobernador Arturo Núñez Jiménez afirmó que se ha dado el empoderamiento de las mujeres y su igualdad, y como ejemplo, está el gabinete legal y ampliado de 65 funcionarios públicos, donde 19 son mujeres.

Aunque el camino es difícil, sobre todo por las condiciones de desigualdad de género que se presentan, los indicadores señalan que hoy las mujeres están ganando espacios, sobre todo en la toma de decisiones, y se observa que sus oportunidades crecen.

HABERES

SE OBSERVA cada vez un mayor dinamismo en la actividad de José Eduardo Beltrán, presidente del Consejo Político de Morena.  Recientemente encabezó la asamblea política de los consejeros y ayer tuvo una larga plática con el alcalde de Comalcalco, Javier May.