Los Retos de la Reelección

Por: Sinhué Casanova Magaña

Inició el Proceso Electoral Local Ordinario 2017-2018 en Tabasco y con ello de igual forma se intensifican las actividades públicas y políticas de aquellos quienes aspiran a un cargo de elección popular. Independientemente de que los pretendientes sean políticos conocidos o no tanto, en esta ocasión por primera vez en Tabasco se podrán reelegir los alcaldes (regidores) y diputados locales. Será la prueba a escala real de estos cambios en los procesos electorales.

Existen algunos argumentos del por qué se realizaron estas reformas, las cuales permitirán reelecciones en este próximo proceso electoral en Tabasco que -dicho de paso-, lo mismo ocurrió en la mayoría de las entidades federativas. Algunos opinan que un periodo de tres años es muy corto, incluso señalan que el primer año es de ‘aprendizaje’, el segundo ‘aplican lo aprendido’ y el tercero ‘ya se van’. Este razonamiento lo podemos someter a un debate público, si lo aceptamos quizás bastaría con crear un verdadero servicio público profesional en el marco de sus respectivas competencias, hasta los Ayuntamientos y los Congresos Locales, para que de igual manera aquellos que son elegidos mediante el voto popular, no lleguen a aplicar ocurrencias. Ejemplos de estos, sobran.

Otro de los argumentos para aplicar estos cambios Constitucionales, toman como base la experiencia en Europa o con nuestro propio vecino, Estados Unidos de Norteamérica, principalmente en los Parlamentos donde los legisladores son reelectos constantemente, hasta toda una vida útil. De igual forma, como ha ocurrido con otros temas que se han basado en experiencias exitosas en el extranjero, regularmente olvidamos que existen condiciones diferentes entre estos países y el nuestro, pasando desde lo cultural, económico, poder adquisitivo, pobreza, empleabilidad. Creo que el factor más evidente es la corrupción,. Tales circunstancias han provocado que estos intentos de cambio no sean tan exitosos y que hasta se conviertan en una complicación mayor.

Sin duda, estas transformaciones regularmente buscan mejorar algún aspecto o combatir alguna problemática. Quizás ha faltado en gran medida mayor debate, no solo político, puesto que en estos se generan acuerdos. Sólo por mencionar, bastaría ver la legitimidad que tienen los representantes populares, si tomamos en cuenta que en las elecciones vota en promedio entre un 45 y 60% del padrón electoral y los que triunfan lo hacen hasta con un 35% de los votantes; entonces sería sencillo cuestionar esa ‘representatividad’. Más bien hace falta mayor debate público, buscar que los ciudadanos crean en las instituciones e incentivar su participación real. Por lo tanto, podríamos inferir que esta decisión de las reelecciones fue propuesta y aprobada precisamente por quienes serían los beneficiados; es decir, los propios representantes populares en funciones y con expectativas de seguir en los cargos.

Uno de los argumentos que originaron estos cambios en la Constitución fue que aquel representante popular que busque reelección deberá haber actuado bien, realizado un buen trabajo, para que le sea atractivo al elector y le refrende su confianza. Es el razonamiento más debatible: las grandes desigualdades para participar en los procesos electores, entre ciudadanos de la sociedad civil, partidos políticos y el entorno socioeconómico, lejos de incentivar para que los representantes populares realicen un buen trabajo, los incentiva y fortalece para tener mayores herramientas que les dan ventaja en una contienda electoral; es decir, se hace más grande y evidente esa desigualdad, por lo tanto menos atractiva para ciudadanos de la sociedad civil.

Será interesante revisar el comportamiento que tendrá el nuevo componente de la reelección. Ojalá sea un acierto y no un empoderamiento para partidos políticos y representantes populares; espero que se traduzca en oportunidad para trabajar y mejorar el entorno, pero usted ¿volvería a votar por sus respectivas autoridades?
Twitter: @SinhueCasanova