Unas nuevas declaraciones del exministro de Hacienda, Antonio Palocci, vuelven a vincular a los expresidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff con el mayor escándalo de corrupción de ese país.
Palocci, preso desde 2016 por corrupción y lavado de dinero, fue uno de los hombres más influyentes en los gobiernos de Lula y Rousseff, dirigió sus campañas electorales y se desempeñó como jefe de la cartera de Hacienda del primero y ministro de la Presidencia de la segunda.
En un acuerdo de cooperación que firmó con la Policía Federal, Palocci dijo que Lula, cuando era presidente, presionó a directivos de fondos de pensiones para invertir en una empresa creada para construir navíos y plataformas de perforación de la estatal petrolera Petrobras.
Según el informe, que fue divulgado por la cadena de noticias Globo, el exministro afirmó que tanto Lula como Rousseff habrían presionado a directivos del Banco do Brasil, de la Caixa Economica Federal y de Petrobras, quienes fueron nombrados para esos cargos por el Partido de los Trabajadores (PT), para inyectar dinero en el “proyecto” de los navíos y plataformas.