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México sufre,  pero es líder

México sufre, pero es líder

Siete de siete y el Tri mantiene la perfección. Salvo el sobresalto que tuvo con el momentáneo empate, la selección mexicana le pegó 2-3 a Martinica y de esa forma volvió a sellar una perfecta fase de grupos en Copa Oro como no sucedía hace ocho años.

Llegó entonces el disparo que menos peligro parecía llevar y el que terminó por meterse a la portería de Martinica.

Uriel Antuna se perfiló y sacó un zapatazo raso de pierna izquierda que se metió en el rincón, pero que dejó la sensación de que el portero Loic Chauvet pudo hacer más para evitar el tanto.

El estadio explotó antes del minuto 30’ y las aguas parecían tomar su nivel.

Sí, inconscientemente, el Tri tenía en mente el partido de Cuartos y administrarse ante Martinica, el tanto de Antuna le puso más hielo a un partido en el que los caribeños apelaban al error o la pelota parada y su oportunidad llegó.

Ya en el complemento, Martinica se encontró con un tiro libre en los linderos del área, Kevin Parsemain tomó la pelota y la puso en la escuadra. Golazo para recordarle al Tri que aún restaba casi todo el segundo tiempo y que los partidos deben de jugarse con toda la intensidad.

Ya con Pizarro en la cancha, México reacción rápido y a los cinco minutos Salcedo filtró una gran pelota para el volante de Rayados, quien sirvió a la llegada de Jiménez para que simplemente la empujara y devolviera la ventaja.

A partir de ahí, el juego se abrió, México ya era amo del balón, pero ahora de las opciones y cerca se quedó Guardado de otro golazo cuando reventó el travesaño.

Diez minutos después fue Jiménez el que se encargó de devolver la asistencia, ahora a Fernando Navarro, quien definió bien ante la salida del portero para el 3-1 definitivo que le entregó su séptima victoria a la ‘era Martino’.

Todavía Antuna tuvo la opción del quinto gol en el torneo, pero el portero Chauvet se lo quitó con dos buenas intervenciones, que luego permitieron que Martinica se acercara con un buen remate de cabeza de Delem y le pusiera nervio a los últimos minutos del juego.