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No aprendieron la lección

No aprendieron la lección

Felipa Nery

Dos fuertes lecciones ha tenido el Partido Revolucionario Institucional, que lo han llevado a perder la Presidencia de la República, primero, en el año 2000, al dividirse con la elección interna de su candidato presidencial por pretender impulsar desde la cúpula, a un candidato de línea y la segunda, ahora en el 2018, porque el Presidente de la República Enrique Peña Nieto se sacó de la manga a un candidato presidencial que no era priísta y al sumarse el rechazo al gobierno por el crecimiento de la corrupción, la inseguridad y la falta de aceptación y credibilidad del Presidente, que cayó hasta el 16% y además, por haber impuesto como dirigente del PRI a Enrique Ochoa Reza, un tecnócrata arrogante que no conocía a los priístas, que fue exhibido como un corrupto al darse una indemnización millonaria al dejar la dirección de la Comisión Federal de Electricidad. Al parecer, estas derrotas no les ha provocado ni la más mínima intención de cambiar sus estrategias y tomar decisiones en las que involucren a sus militantes, los cuales están hartos y que en el 2018 les dijeron: si saben contar, con nosotros no cuenten, porque también sabemos votar por otra opción, sí, porque para el uno de julio, la cúpula priísta contaba con el voto duro, hacían cuentas alegres y se imaginaban que obtendrían triunfos, pensando que al dividirse el PRD y formarse MORENA, ellos serían los gananciosos, porque contaban con su voto duro. No pudieron advertir que su voto duro ya se había ido con MORENA y eran parte de los ciudadanos que reflejaban en las encuestas, el 50% de aceptación que tenía Andrés Manuel López Obrador, mismo que se confirmó en las urnas el día de la jornada electoral. La cuestión es que el lunes pasado, el PRI renovó a su dirigencia nacional, quitaron al ex gobernador de Guerrero René Juárez Cisneros y en su lugar quedó quien venía fungiendo como secretaria general, Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari y secretario general, el ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira –quien sigue siendo el titiritero de este partido–, a quien ya tenían incluido en el Comité Ejecutivo Nacional, mismo que desde los inicios de la campaña presidencial fue mencionado para relevar a Enrique Ochoa Reza, pero ante los cuestionamientos en contra de los hermanos Moreira, en especial del también ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, de haber endeudado a esa entidad por más de 33 mil millones de pesos y ser acusado por una corte de Estados Unidos de haber incurrido en operaciones de lavado de dinero, su hermano Rubén  no alcanzó la dirigencia nacional del tricolor en aquellos momentos, pero al parecer, ahora sí, tienen toda la intención de hacerlo dirigente nacional, sin importarles la militancia, de la cual una cúpula del poder se ha aprovechado para mantenerse en el poder, mientras que a la militancia que le ha sido fiel, sólo le dan migajas a través de programas sociales de desarrollo, pues saben que sus seguidores son las personas que se encuentran en menores desventajas económicas, que están en el área rural y en colonias marginadas. Bueno, al menos así se mantenían en el poder. Vamos a ver qué harán ahora para tratar de resurgir de ese tercer lugar en el que fue ubicado el PRI por los ciudadanos el 1 de julio pasado.