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‘No estudiamos para perseguir delincuentes’….

‘No estudiamos para perseguir delincuentes’….

Por: Felipa Nery

El general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, ha mostrado su molestia e indignación, en todo momento, por las tareas que realizan que nos les corresponde, y el desamparo legal en el que se encuentran las fuerzas armadas, porque el ejército no ha sido preparado para ser policía y detener delincuentes. Efectivamente, ellos han sido preparados para  “abatir al enemigo”.  Al Senado de la República, el general Cienfuegos les pidió que legislarán para permitirles de manera legal estar en las calles y realizar las tareas que le corresponde a la policía y la semana pasada lo expresó ante representantes de diversos medios de comunicación, a quienes invitó a los cuarteles para conocer las condiciones en que se encuentran; se quejó no sólo de no tener protección legal para actuar, sino además, de la falta de recursos económicos  para realizar esas tareas que desde el 2007 le asignó el entonces presidente Felipe Calderón y con el mismo presupuesto, y llevan ya 10 años en esas funciones que se dijeron serían temporales y no hay fecha para que sean retirados de la misma. Reitera, que ellos no han pedido estar en la calle,  que no se sienten a gusto, dice que él sería el primero en levantar no una mano, sino las dos, para salir de las calles. En estos diez años de guerra contra la delincuencia organizada, la lucha ha sido sangrienta, han muerto miles y otros miles han “desaparecido”, y lo peor de todo es, que no se ha “limpiado la casa”, como decía Felipe Calderón, cuando le negaba  la entrada al país a expertos de la ONU que querían venir a constatar la violación a los derechos humanos que aquí se empezaba a denunciar de forma generalizada. Miles de ciudadanos han levantado la voz en contra de la presencia del ejército en las calles, porque en las guerras, no hay respeto a los derechos humanos de nadie y los niños y las mujeres, son las más vulnerables, la misma CNDH que ha emitido recomendaciones a las Fuerzas Armadas por violaciones a derechos en sus actuaciones, se pronunció el pasado 10 de diciembre por la permanencia del ejército en las calles, y es que el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, sabe la realidad que vive este país, que los gobernadores y los presidentes municipales no han tenido la capacidad, ni de preparar, ni de sanear a sus policías, en donde se encuentra incrustada la delincuencia; sabe también lo que ocurre cuando el ejército está en las calles, tan lo sabe, que la misma Organización de las Naciones Unidas se ha pronunciado por la salida del ejército de las calles. A pesar de todo esto, no hay respuesta al reclamo del ejército, porque ayer el Presidente Enrique Peña Nieto afirmó que “las fuerzas armadas seguirán realizando labores de seguridad públicas mientras se cuenta con policías preparadas

no necesariamente para tareas que corresponden a las policías investigadoras y a las procuradurías del país”. Pero el general Cienfuegos está molesto y todo parece indicar, que sin ley que les permita actuar, podrían estar en la calle, pero de brazos caídos, pues dice, que a los soldados les conviene más que los procesen por no obedecer, a que sean procesados por delitos que tengan que ver con derechos humanos.