José Martínez
Hoy, en muchos hogares de Tabasco no hay una gota de agua. Las quejas van desde colonias populares hasta villas y poblados.
Algo está pasando, sobre todo cuando las autoridades dicen que sus equipos están bien, sin embargo, la realidad es la falta del vital líquido, porque los ríos, sobre todo en esta temporada de calor se van secando.
Un dato que llama la atención es que en México, según la Conagua, el problema ya es preocupante, pues el 42.11% de los acuíferos están sobreexplotados, porque la extracción excede en 10% a la recarga, lo que ocasiona una dificultad de suministro inmediato.
Y el dilema está en la mesa, se trata de un inconveniente que se debe resolverse, en el entendido que el agua es fundamental para todo ser humano, y no puede dejar de consumirse. Estamos de acuerdo que las poblaciones crecen en número de habitantes, y por lógica, su demanda es mayor.
Uno de los casos más lamentables sucede en Monterrey, Nuevo León, pareciera que no sucede nada, pero en esa zona la gente no cuenta con agua. Es un viacrucis encontrarla, a tal grado que el mismo gobernador de la entidad pidió que no fueran a las albercas en Semana Santa, y si fuera posible no se bañaran todos los días.
Claro, son declaraciones que parecieran fuera de lugar, pero si no hay agua, cómo hacerle, de qué manera tenerla.
En Tabasco afortunadamente contamos con algunos ríos que pasan por la ciudad, pero también sus habitantes se ven afectados por la falta del vital líquido, y es cuando entra lo que se conoce como estrés hídrico, porque existe una alta demanda de agua de la disponible.
Quizás en la entidad apenas comienza a desarrollarse, pero debería estar dentro de una agenda de temas prioritarios.
Municipios como Balancán, Emiliano Zapata y Tenosique lo están viviendo en carne propia. Largas sequías afectan al campo y al sector ganadero. Son pérdidas económicas que difícilmente se puedan recuperar.
Hasta el momento no se ha escuchado de algún plan emergente para tratar de ayudar a contrarrestar el problema, a pesar de que es un fenómeno que viene en aumento.
Por otra parte, seguimos desperdiciando el agua, no existe esa cultura de almacenamiento, al contrario, hay un derroche, y por si fuera poco, en este momento un gran porcentaje se encuentra en estado de morosidad porque lleva acumulado pagos por el servicio de agua.
HABERES
Varias fueron las presentaciones de libros que se dieron en la UJAT en la Feria que tuvieron la semana pasada. Beneplácito para muchos de los que tuvieron esa oportunidad de compartir lo que escribieron, y más a la Universidad por darles tal oportunidad. A pesar de que fueron pocos días, nos dicen que hubo bastante asistencia. Sólo un detalle; hubo tantos eventos simultáneos que nos quedamos de asistir a varios que verdaderamente valían el esfuerzo. Fue sobre todo una feria universitaria.