Presidente AMLO y sus opositores

José Martínez

El Presidente está satisfecho. Tiene que contagiar su optimismo frente al pesimismo calculado y explicable de sus adversarios. En su discurso al cumplir dos años en Palacio Nacional, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador no sólo afirmó que ya están fincadas las bases de la Cuarta  Transformación, sino que la gran mayoría de los mexicanos (el 71 por ciento) aprueban al nuevo régimen.

Subrayó: siete de cada diez, “desean que sigamos gobernando y con eso tenemos. Eso es lo fundamental: el apoyo de la mayoría del pueblo. (…) Gracias por su confianza. No les he fallado y no les fallaré. Sigamos todos promoviendo el bien, enalteciendo a nuestra patria y haciendo historia”.

Sus críticos sostienen que fue autocomplaciente, que le faltó hablar de aquello que no ha salido como lo propuso y lo prometió. El Presidente responde que respeta a sus opositores y los alienta a utilizar su libertad de expresión, pero también ha advertido que no se dejará avasallar por la opinión publicada. Y no se deja.

Diariamente propone, explica, responde. Sus opositores hacen lo mismo. Y tratan de organizarse para disputarle políticamente el poder. Como lo anunciaron Gustavo de Hoyos y Claudio X. González, dirigentes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Integraron ya una “Convención Nacional Ciudadana”, con los jefes del PRI, PAN y PRD mediante la cual buscan una coalición con candidatos para oponer a la fuerza de López Obrador reflejada en las preferencias hacia Morena.

Se entiende que el PRI, el mayor afectado por la derrota de su candidato y propuesta en 2018, sea el más activo para buscar junto a la Coparmex un frente común. Sus coincidencias no son de ahora. Panto el PRI como un sector del empresariado están inquietos por el cambio de las “reglas del juego” por parte de AMLO quien busca desmantelar el viejo sistema.

Para el PRI y para un sector de la Coparme, las políticas de López Obrador van en contra de la estabilidad del país; para AMLO, es necesario terminar con un sistema de componendas y complicidades que dañan a la mayoría de la población.

Se entiende también que el PAN esté en contra de AMLO porque el nuevo gobierno que ya cumplió dos años tiene a “los conservadores” azules como foco de sus acciones; del PRD con Los Chuchos ni se diga: son los más afectados por la llegada del tabasqueño al Palacio Nacional, pues están en riesgo de pasa a ser un partido minoritario…y hasta desaparecer.

Ojala que batalla electoral y política se refleje en mejores posibilidades de progreso para la población. En eso debe consistir la democracia.

HABERES

Llegamos al momento en que las advertencias salen sobrando y urgen acciones: Tabasco está a un paso de regresar al “semáforo rojo” por el rebrote del COVID-19.