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Se ve la policía

Se ve la policía

Felipa Nery

Ayer salimos a un recorrido por algunas carreteras de la entidad y vimos la actuación de la policía en varios retenes; además, el área responsable de la información gubernamental, dio a conocer que los elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana recuperaron en las últimas 24 horas, cuatro vehículos en distintos puntos, dos de ellos contaban con reporte de robo y dos más habían sido arrebatados con violencia a sus legítimas dueñas. Y entonces podríamos preguntarnos, ¿Pero cómo es que el mismo secretario de Seguridad y con el mismo personal, ahora están dando resultados?. Sin duda, que la respuesta está en quien hoy está al frente del Ejecutivo Estatal, es un hombre que tiene 55 años de edad, además diariamente corre 10 kilómetros –bueno corría, ya no sabemos si lo sigue haciendo ahora como gobernador–, es decir, tiene condición física, lo que demuestra la realidad de la frase aquella que dice,”No es lo mismo los tres mosqueteros, que 20 años después”. Es decir, que la mejor edad para que un hombre sea gobernante es cuando está en la plenitud de su vida, para que esté en condiciones de hacerse cargo de todo lo que le corresponde en una administración gubernamental. El primer día de su gobierno, el 1 de enero, acudió a las siete de la mañana al cuartel de la Policía, al pase de lista, pero no sólo para pasarle lista a los policías, sino para ponerse a sus órdenes y pedirles todo su apoyo, para trabajar por la seguridad de los tabasqueños. Adán Augusto no sólo quiere dar instrucciones de las cosas que quiere que se hagan para dar resultados, sino que él de manera personal acude con los responsables de las áreas para hacerlos partícipes del compromiso común con el pueblo; lo mismo hizo ayer, al acudir al hospital Juan Graham Casasús, adonde llevó los medicamentos e insumos que la administración anterior dejó de suministrar a los hospitales, por lo que no sólo se puso en riesgo la vida de muchos tabasqueños que tienen la necesidad de la seguridad social pública, sino que algunas personas fallecieron por la falta de la atención necesaria; también acudió al Centro Administrativo de Tabasco 2000, para conocer de cerca cómo se está dando el proceso de entrega-recepción del gobierno saliente, conocer las condiciones en las que se están recibiendo no sólo los inmuebles, sino también los bienes muebles y los compromisos que tiene el gobierno, pero sobre todo, para escuchar a los trabajadores y a todas las personas que se le acerquen, porque Adán Augusto no anda rodeado de un séquito de guaruras, ni de policías, ni de un ejército para que lo cuide por todos lados a donde va; a diferencia de su antecesor que evitaba el contacto con el pueblo, Adán Augusto convive con la gente, porque es un tabasqueño que siempre ha vivido aquí, que desde hace años anhelaba ser gobernador de Tabasco y hoy que lo ha logrado, desde los primeros días de su administración, demuestra para qué quería ser gobernador, para servir.