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Sismos, una nueva cultura de la prevención para Tabasco

Sismos, una nueva cultura de la prevención para Tabasco

Por: José Martínez

Una de la tarde con 14 minutos. De nuevo la historia de hace 32 años. Un sismo azotó el corazón de México, ahora fue de 7.1, con un saldo rojo de 217 muertos y contando, donde lo más lamentable fueron los infantes que se encontraban en una guardería y la mayoría falleció, aunque gracias a la ayuda de la sociedad civil otros pudieron ser rescatados.

Septiembre 19. La naturaleza no quiere que esta fecha se nos olvide, es como si quisiera que la lleváramos tatuada en la memoria.
Una desventaja es que desafortunadamente los sismos no se pueden prevenir, por esa razón no se debe hacer caso a rumores, pero sí estar alertas a cualquier alerta  sobre el riesgo.

Las afectaciones tocaron igual a los estados de Guerrero, Puebla y Morelos-donde se dio el epicentro-, los cuales están en emergencia.
Y de nuevo los ciudadanos salieron a las calles, a los lugares donde está el desastre, y otra vez tuvieron que quitar escombros, romper varillas, pedazos de lozas, pasar oxígeno, adentrarse a las entrañas del siniestro para ver si alguien todavía estaba con vida.

La organización civil como en el 1985 se repitió, hombres en su mayoría, quienes continúan sin cansancio haciendo labores de rescate, y es lo único que no cambió de aquel desastre a la actual: la solidaridad, porque son ellos quienes demostraron su sensibilidad ante estos lamentables hechos.

En la entidad continuaron los recorridos en los inmuebles, sobre todo en escuelas y edificios, ya que el último temblor pudo sentirse en Tabasco.
El titular de Protección Civil, Jorge Mier, explicó que no hubo daños, que todo está fuera de peligro; sin embargo, lejos de esas declaraciones no se ha dicho cómo y de qué forma los tabasqueños debemos protegernos en caso de un sismo de mayor intensidad.

Ante la psicosis que se vive, falta que Protección Civil proponga una campaña para ir adquiriendo la cultura de cómo enfrentar estos fenómenos, y, además, demostrar qué tan preparados están ellos.
Al igual, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), no puede estar sólo contabilizando víctimas o monitoreando los edificios caídos.

Al menos en el estado, muy poco se conoce de las actividades que realizan.
La vida del tabasqueño cambió. Sin duda entramos a otra etapa, porque ya somos considerados como zona sísmica, y lo peor es que se ha ido aprendiendo a cuenta gotas, de forma empírica, bajo el miedo de que algo pueda pasar y no saber qué hacer. Tenemos otros riesgos vinculados a la industria petrolera y a las inundaciones.

Ahora está el reflejo de la Ciudad de México, quienes desde hace años se mantienen prevenidos, y realizan simulacros de forma constante para habituarse, como una manera de prevenir y poder salvar sus vidas.
Se está consciente que no hay una fecha, hora y lugar para que se detone un movimiento de la tierra y caigamos en pánico, pero ya es tiempo que por lo menos en las escuelas y centros de trabajo inicien las pláticas y recomendaciones. De nada sirve que se declare luto nacional si puede haber vida racional.

HABERES

EL DIPUTADO Juan Manuel Fócil sabe perfectamente que ‘el borrón y cuenta nueva’ es una bandera sin posibilidades reales. Sus adversarios dicen que pretende hacer del tema junto a Candelario Pérez, una acción mediática con miras electorales. Fócil responde a sus detractores que es una lucha histórica del PRD; el gobernador Núñez sostiene que buscará ampliar el novedoso programa de eliminación paulatina de la deuda eléctrica. Por su parte Morena reclama la autoría del reclamo del borrón y los amparos.