José Martínez
La jornada electoral del 1 de julio se convirtió una de más desastrosas para ciertos partidos políticos que han perdido su registro a nivel nacional, y otros en los estados. Es una buena noticia para la población.
La ley electoral contempla que aquellos partidos políticos que no alcancen un mínimo del 3 por ciento de las votaciones pierden en automático su registro. Es el caso a nivel nacional de los partidos Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social (PES)
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha definido ya a los interventores que administrarán los activos y bienes del PES y PANAL en su disolución. Los dirigentes de estos partidos alegan una mala interpretación de la ley y han anunciado su asistencia a los tribunales especializados para que sean ellos los que definan su futuro.
Mientras esto sucede, una de las alas más fuertes de Panal, Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, el SNTE, está buscando vías alternas para mantenerse vivo políticamente.
Desde sus inicios Panal ha estado cobijado por el SNTE, uno de los sindicatos que llegó a ser de los más poderosos de Latinoamérica y cuya última lideresa Elba Esther Gordillo obtuvo fortuna al amparo de los gobiernos priistas con los que mantenía relación, apoyado en la fortaleza de la buena imagen social de sus integrantes en todo el país.
Fue el mismo partido al que durante décadas sirvió el SNTE, el que se encargó de recordarles lo beneficioso de esta simbiosis cuando ingresó su más grande lideresa a la cárcel, por lo que su nuevo líder regresó a los brazos del gobierno federal.
Como en los viejos tiempos, el SNTE y su brazo político Panal se ajustaron a las necesidades del sistema para que la cúpula pudiera conservar sus privilegios, posiciones electorales y la inmunidad de sus líderes. Esto mientras la base trabajadora se sentía cada vez más abandonada y avasallada con la reforma educativa.
Durante el proceso electoral 2017-2018, PANAL apareció en las boletas junto al PRI, y ambos recibieron los impactos de una votación masiva a favor de un cambio de partido en todo el país. Aunque también una fracción fiel a la anterior lideresa se acercó sin mucho problema a la cúpula de Morena para trabajar durante la campaña electoral.
Con los nuevos escenarios políticos el SNTE llamó a una reunión urgente en la ciudad de México el lunes 9 de julio, con la finalidad de acordar la posición de asumir con el nuevo gobierno de izquierda una mejor relación, ante una posible revisión de la llamada reforma educativa, y el desmembramiento de sus cotos de poder en los estados.
Las condiciones ahora son diferentes, y el futuro nada alentador para los organismos de trabajadores que viven en las cavernas “democráticas”. Si bien su vida interna debe ser respetada, también debe garantizarse los derechos laborales, sindicalistas y de participación de sus agremiados. Una nueva relación sindicato y gobierno se espera en la antesala democrática de México. Por lo pronto la dirigencia nacional del SNTE ya habla de algunos sacrificios.
HABERES
EN Cárdenas, Paraíso, Comalcalco y Villahermosa podrían establecerse las oficinas de la Secretaría de Energía que prometió Andrés Manuel López Obrador que se trasladarán a Tabasco, adelantó el gobernador electo, Adán Augusto López.
Reiteró que será una realidad que desde diciembre dichas oficinas, junto con las de la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos servirán para darle impulso a la economía regional.
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