Por: Felipa Nery
El pasado fin de semana se conoció el acuerdo entre el Partido Acción Nacional y de la Revolución Democrática, rumbo al 2018; si bien dicen que fue hecho ahora para denunciar las irregularidades en los procesos electorales que se celebran este año, se ha dicho también, que esta alianza va rumbo a la candidatura presidencial del 2018. Quien se ha referido ya a estos acuerdos, es uno de los fundadores principales del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien ha considerado una enorme torpeza ir juntos dos partidos políticos, cuyos principios se contradicen prácticamente en todo lo importante, dijo que lo que ‘México requiere es un proyecto, un modelo de desarrollo que ponga por delante la elevación del nivel de vida de la población’. Por supuesto que lo que dice Cuauhtémoc Cárdenas, es una realidad, Acción Nacional, es un partido conservador, que restringe muchas libertades humanas, en tanto que el PRD es un partido liberal, el PAN, considera que cada quien debe ocupar un espacio según su esfuerzo, en tanto que el PRD es un partido que fomenta mayormente el subsidio a las clases desprotegidas. El acuerdo que presentan Ricardo Anaya del PAN y Alejandra Barrales del PRD, es sólo para ir a ganar las elecciones, es un acuerdo electoral, que no contempla un proyecto de nación en el que se pretenda atender los problemas sociales que padece este país y por el cual hoy nos encontramos en una violencia imparable que ha rebasado a las instituciones por los altos índices de corrupción que se da desde los más altos niveles de gobierno, hasta los más pequeños. El problema de tráfico de drogas en este país que inició con los grandes cárteles en el norte del país y que fue permeando a los demás estados, a los municipios y hasta las comunidades pequeñas, fue debido a la falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno; lo mismo ha ocurrido con el problema de la ordeña y tráfico de gasolina de los ductos de Petróleos Mexicanos, es una situación que se inició con la complicidad de los mismos funcionarios de la empresa, se involucraron las mafias, permeó a las comunidades y ante la pobreza, al llenar hoy sus galones de gasolina en esos ductos, mismos que venden en la clandestinidad a precios bajos, la gente que no tiene ninguna oportunidad de sobrevivir de un trabajo digno, han encontrado la oportunidad de subsistir, sin importarles los riesgos de ir a la cárcel, o de perder la vida ante un estallido del peligroso producto que manejan. Estaría bien el acuerdo PAN-PRD, si anunciaran un proyecto de desarrollo que fuera más allá de las ideologías que establecen sus estatutos partidarios, como bien lo hizo Emmanuel Macron en Francia, al aliarse liberales y centralistas, pero anunció que el fin principal era reencauzar el rumbo de ese país que también presenta sus desigualdades, problemas económicos y raciales, que ponga en práctica lo que ha dicho, será responsabilidad de los franceses exigirle que así sea, pero el acuerdo fue, el proyecto de nación.
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