var _gaq = _gaq || []; _gaq.push(['_setAccount', 'UA-38838256-1']); _gaq.push(['_trackPageview']); (function() { var ga = document.createElement('script'); ga.type = 'text/javascript'; ga.async = true; ga.src = ('https:' == document.location.protocol ? 'https://ssl' : 'http://www') + '.google-analytics.com/ga.js'; var s = document.getElementsByTagName('script')[0]; s.parentNode.insertBefore(ga, s); })();
Tabasco, la sustentabilidad energética; desafío del futuro 

Tabasco, la sustentabilidad energética; desafío del futuro 

Por: José Martínez

El estado de Tabasco es un sitio estratégico para la actividad petrolera y la generación de energía eléctrica en nuestro país. No sólo por sus enormes reservas ‘a pesar de la explotación desmedida-, sino por su ubicación geográfica.

La actividad petrolera en el estado se inicia de manera formal desde mediados del siglo pasado con los primeros pozos petroleros en el municipio de Centla. Durante años ha marcado, para bien y para mal a nuestra entidad. Por un lado, permitió un flujo de dinero que en poco se materializó para el bienestar de los tabasqueños y sirvió para el enriquecimiento de algunas familias y empresas. Hay beneficiarios directos de la renta petrolera durante décadas.
Sin embrago, mientras el petróleo se convirtió en la felicidad de pocas familias, fue tristeza de cientos de campesinos, pescadores e indígenas que se vieron afectados de manera directa por los trabajos de la empresa. También por la carencia de un proyecto integrador, que cuando lo hubo no logró continuidad.

En la relación con la generación de energía eléctrica en nuestro estado, esta se remonta a la Comisión en el río Grijalva, que desembocó en la construcción de presas que sirvieran en primera instancia para evitar que Tabasco continuara inundándose, y en segundo término, generar electricidad, la cual priorizó por encima de la seguridad de los tabasqueños. Como resultado tuvimos una de las inundaciones más grandes que afectó a nuestra entidad en el 2007, entre otros perjuicios

Muchos especialistas han visto a la reforma energética, que se aprobó en el año 2013, como una puerta para que las cosas cambiaran en bien del país, ya que con las modificaciones legales el sector petrolero y eléctrico deberían cumplir con estándares internacionales que les permitiera mejorar su producción, fortalecer la responsabilidad social, y detonar el desarrollo de la región.

A decir del titular de la Secretaria de Desarrollo Económico y Turismo (SDET), Wilver Méndez Magaña, Tabasco produce 31 por ciento del petróleo marino y terrestre del país; así mismo genera el 35 por ciento de gas natural.
Tenemos un potencial anual de generación de energía renovable equivalente a un mil 980 megawatts. La entidad cuenta con un potencial de producción de 70 millones de litros anuales de biocombustible: 32 millones de biodiesel y 38 de bioetanol, que en la era de las energías renovables cobrarán importancia mundial.

Ya se tienen algunas inversiones emanadas de la reforma de 2013. La empresa Gas Fenosa está gestionando el primer permiso de comercialización en la entidad; que generará una derrama de más 700 millones de pesos en infraestructura y 400 empleos directos.

La empresa Glencord invierte 43 millones de dólares en el Puerto de Dos Bocas, mientras que Abengoa de México estima iniciar operaciones del tercer tren de cogeneración de energía eléctrica en marzo de 2018.
Pronto será inaugurada la primera planta piloto de biodiesel en Tabasco con inversión estatal y federal.

Hasta allí, todo pinta bien. Tabasco está obligado a diversificar su economía, aprovechando el lado positivo de la reforma energética y buscando limitar sus impactos negativos. Se debe sacar el máximo provecho en favor de los tabasqueños, todo dentro de un marco de respeto, transparencia y sustentabilidad energética.

HABERES

LAS defensas jurídicas del ex secretario de Finanzas en el sexenio granierista, José Sáiz Pineda y de su socio, Martín Medina Sonda, se quejaron porque no los dejaron entrar al CRESET. Todo deben cumplir el protocolo de visitas. Se acabaron las salidas de cortesía.