Felipa Nery
El Procurador fiscal de la federación Carlos Romero Aranda advierte que “se acabó la fiesta” a los evasores fiscales, a los factureros de operaciones fantastas y los que usan el outsourcing, que es el proceso económico empresarial en el que una sociedad mercantil transfiere los recursos y las responsabilidades referentes al cumplimiento de ciertas tareas a una sociedad externa, también los que evaden el pago de impuestos a través de la figura jurídica de asimilados a salarios, así como las devoluciones millonarias de impuestos, de la que se benefician las grandes empresas, principalmente las transnacionales, que a decir del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, se llevan de México miles de millones de pesos sin pagar impuestos. En entrevista con un diario de circulación nacional, el Procurador fiscal, Romero Aranda, descarta que con esta política pública de hacer que todos contribuyan con los gastos de la nación, el gobierno federal no busca legitimarse, como se ha hecho en otros tiempos, que se detiene a “peces gordos”, artistas, personas reconocidas, porque este gobierno tiene la legitimidad que el pueblo le dio en las urnas. Precisó que de lo que se trata es, que se recaben los impuestos y todos los mexicanos contribuyan a atender los problemas sociales que vive el país. Recordemos, que en nuestro país existe una cultura de no pago de impuestos, cultura que se practica tanto de contribuyentes físicos, como morales, se decía que no lo hacían, porque los recursos que se pagaban en impuestos no se invertían en beneficio del mismo país, sino que iba a parar a la bolsa de los políticos mexicanos, pero la realidad es que esta cultura del no pago de impuestos ha sido una de las causas de la gran desigualdad social, porque unos cuantos se han vuelto millonarios a costa de la explotación de otros y eso junto con los altos niveles de corrupción e impunidad que hemos alcanzado en México, ha provocado que hoy se registre una alarmante descomposición social que ha llevado a que miles de personas de escasos recursos económicos, especialmente en edad joven, se sumen a las filas de la delincuencia organizada a la que el Estado lleva más de 12 años combatiendo, sin resultados positivos, por el contrario, pareciera que cada día la delincuencia gana más terreno. Esperemos que ahora sí, con este gobierno se cumpla lo que se dice, que no se trate sólo de dar golpes espectaculares con la detención de altos evasores de impuestos, sino que se demuestre que realmente lo que se busca es que todos los que tienen una ganancia, contribuyan, que no sigan siendo sólo los empleados asalariados, los cautivos, que más pagan. El país no podrá avanzar hacia la búsqueda de la igualdad de oportunidades de los millones de mexicanos marginados y excluidos, si entre todos no hacemos conciencia de la responsabilidad que nos corresponde, para ello también los encargados del cobro de los impuestos tienen que simplificar y hacer que esta obligación no se convierta en un martirio cuando que hay que ir a las oficinas del SAT a realizar los trámites de inscripción, o de aclaraciones.