Un lugar paradisíaco para una cumbre histórica, la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, prevista para la próxima semana en Singapur, se llevará a cabo en un paraíso terrenal.
El hotel Capella, asentado en la isla de Sentosa, acogerá el primer encuentro cara a cara de la historia entre un mandatario estadunidense en funciones y un mandamás norcoreano.
Sentosa era conocida en la antigüedad como ‘Pulau Blakang Mati’, que se traduce directamente como la isla detrás de la muerte, una referencia a su reputación de piratería violenta.
Pero en la década de 1970, el gobierno singapurés bautizó a la isla con su actual nombre, que ahora significa paz y tranquilidad, y comenzó a desarrollarla como un sitio turístico.
El hecho de que Sentosa esté separada del territorio continental de la ciudad-Estado representa una gran ventaja para el severo dispositivo de seguridad que ya ha comenzado a ser implementado para la cumbre.