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Van 79 muertos y 81 heridos

Van 79 muertos y 81 heridos

Felipa Nery

Ignorancia, pérdida de valores, pobreza, cuál es la causa de la tragedia ocurrida la tarde-noche del viernes pasado en Tlahuelilpan, Hidalgo, donde después de una enorme  fuga de gasolina que alcanzaba varios metros de altura, sobrevino una explosión, cuando decenas de personas se encontraban al pie de esa “fuente”, llenando sus recipientes mientras se bañaban de gasolina, como si se tratara de un baño de agua. Recuerdo que hace un par de meses, el tanque del gas doméstico de mi domicilio registró una fuga cuando un técnico se encontraba dándole mantenimiento y lo primero que hice, fue salir huyendo de la casa y ponerme lo más lejos posible del lugar, ante el temor de una explosión, regresé cuando la fuga se controló; también, cada vez que voy a una gasolinera a cargar el vehículo, los olores me son muy molestos y me aterra el latente peligro de una explosión, lo mismo cuando vamos en carretera y vemos una pipa que advierte que son productos flamables, o peligrosos, adoptamos la mayor precaución, para evitar un accidente, por ello, me cuesta trabajo entender cómo es que personas adultas se atreven no sólo a ir ellos, sino llevar a sus menores hijos a cargar sus botes en estos ductos perforados. No hay ni la mínima conciencia de que una explosión puede sobrevenir en cualquier momento, por cualquier causa. Ahora nos dicen los peritos, que hasta por el roce de las telas que vestían las personas que estaban llenando sus botes, se pudo provocar el incendio, pero también, nosotros mismos somos energía. Definitivamente, estar junto a combustibles, es altamente peligroso, por lo que hay que alejarse. Hoy que ha ocurrido esta tragedia que ha dejado hasta el domingo por la mañana 79 muertos y 81 heridos, hay voces que quieren culpar al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, de que este hecho ocurrió por las acciones que ha emprendido su administración para combatir el robo de combustible y otros que acusan que fue responsabilidad del ejército, porque éste no actuó para impedir que se diera el robo de combustible. Cómo se puede responsabilizar al Presidente, si él todas las mañanas está llamando a las madres y a todas las personas a que dejen de realizar esa práctica del huachicoleo, pero cómo podrían 25 militares dispersar a centenares de personas que se encontraban en la fuga llenando sus recipientes y otro tanto que iba llegando, como se observa en los videos que se han difundido, por supuesto que si el ejército hubiese hecho uso de la fuerza para persuadirlos, o retirarlos, hoy no habría nadie que no los responsabilizara de la explosión y de la muerte de estas personas. Esta muerte por el robo de combustible, a causa de explosiones, no es la primera, aquí en Tabasco, muchas personas han muerto por esta causa, lo que ocurre es, que miles de mexicanos y tabasqueños en particular, han encontrado un modus vivendi en el robo de combustible y no ha sido sólo para paliar el hambre, sino que es vox populi, que muchos, se han enriquecido con estas prácticas ilícitas, empezando por los mismos funcionarios de PEMEX, que son los principales responsables de estas prácticas, coludidos con particulares.